La familia Soler ha instalado su primer expendedor de leche fresca en la ciudad de Valencia. Está ubicado en el centro comercial El Saler y ayer comenzó a funcionar. Tiene capacidad para 300 litros de leche, que cada día transportarán, recién ordeñada y tras someterla a un proceso de pausterización, desde la granja que tienen en Turís.
Cuatro miembros de la familia (los hermanos Juan y Pepe y dos sobrinos, Javier y Jose) forman la sociedad agraria de transformación de los Soler, SAT Soler. A través de las máquinas expendedoras -cada una cuesta alrededor de 30.000 euros- han vuelto a dar la posibilidad a los consumidores de comprar y poder tomar leche de vaca recién ordeñada, «sin quitar ni poner nada», algo imposible desde que se prohibió la venta directa en las vaquerías. Se recupera así, según continúa explicando Juan Soler, la costumbre de «ir a por la leche», igual que «vamos a por pan todos los días».
Esta familia de productores de leche, que deriva la mayor parte de la producción de sus 450 vacas (200 de ellas de ordeño) a una empresa de lácteos, abrió esta nueva línea de negocio en diciembre pasado. Entonces instalaron la primera expendedora en su municipio, Turís. Posteriormente situaron en Montserrat el segundo punto de vending. Tienen nuevos proyectos. En breve comenzará a funcionar un puesto en una frutería de Valencia. Será, explica Soler, de menores dimensiones (alrededor de cien litros), similar a la que instalarán en el mercado de Picanya.
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