La Fira Gastronòmica de l'Alcúdia recibe más de 100.000 visitantes

A pesar de la afluencia de gente en esta edición se ha reducido el consumo y la organización prevé aumentar el recinto

L'Alcúdia se ha convertido durante cinco días en la capital de la gastronomía. Como cada año, y ya van 18, la localidad ha acogido la tradicional Fira Gastronòmica de la Comunitat Valenciana.
Una feria que ha dejado un buen sabor de boca tanto a los organizadores como a expositores y visitantes, ya que desde el pasado viernes y hasta ayer que se clausuró la Fira de l'Alcúdia ha recibido más de 100.000 visitas, a pesar de que supone un 10% menos que en 2011.
«Para los tiempos que estamos podemos decir que hemos hecho una buena feria. Nos ha acompañado el tiempo, nos ha visitado gente y ha habido negocio en feria», manifestó Lluís Ribera, presidente de la Fira Gastronòmica de l'Alcúdia.
Desde el pasado viernes y hasta ayer, los visitantes han podido disfrutar de embutidos de Requena, quesos valencianos, dulces típicos elaborados por las amas de casa, así como de los mejores vinos y como no del caqui Persimon de la Denominación de Origen Kaki Ribera del Xúquer.
Pero a pesar de esta afluencia de gente, que como cada año recibe esta tradicional cita gastronómica, ha habido una disminución del consumo. «La situación actual ha provocado que el gasto en la feria haya bajado, porque también han disminuido los ingresos de los visitantes», señaló Ribera.
Un inconveniente que desde la organización han intentado solucionar «reduciendo costes, aunque intentando dar el mismo servicio al público y al expositor, para que la disminución de ingresos se compense de otra manera», explicó el presidente de la Fira Gastronòmica de l'Alcúdia.
Muestra de ello es que a pesar de haber podido ampliar la zona de productos con denominación de origen y calidad reconocida, desde la organización han apostado por mantener el mismo número de expositores (más de 40) pero variando alguno.
«Esto ha sido así pretendidamente porque irnos a una feria más grande, que tal vez hubiera sido posible, es contraproducente para los expositores. Hemos ajustado el tamaño de la feria a lo que creemos que puede responder a las expectativas de negocio», aseguró Lluís Ribera.  Leer noticia completa en Las Provincias