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Montroi acoge este fin de semana la XIX edición de la Fira Valenciana de la Mel (FIVAMEL), la feria más dulce de la Comunidad Valenciana. Del 7 al 9 de noviembre, esta localidad ribereña que cuenta con la mayor cantidad de trabajadores de la miel por metro cuadrado en todo el territorio español, presenta las últimas novedades del sector, durante el transcurso de una feria al aire libre, familiar y gratuita. También se cumple un año de la inauguración del Museo Valenciano de la Miel (MUVAMEL), efeméride que se ha querido celebrar con la presentación de la exposición permanente del pintor de L’Alcudia, Manuel Boix, quien dedicó a su propio padre, Luís Boix, conocido apicultor de la comarca, una obra calcográfica sobre su particular visión del mundo de las abejas. La feria de la miel, no obstante, volverá a irrumpir en la agenda del fin de semana de aquellos que gustan disfrutar de los manjares más dulces de la gastronomía popular: miel, turrones, caramelos, licores mielados, tartas con miel, incentivos suficientes para salir de casa, y que se ven acrecentados con productos saludables como los propoleos, el polen y la jalea real, con los que combatir los fragores del invierno. La cosmética es otro de los apartados destacados de esta feria que sirve de punto de encuentro entre apicultores profesionales, industriales del sector y comerciantes.
Charlas, concursos de cata y concursos sobre la calidad de las mieles centra la atención de unos expositores que vuelven año tras año para retomar el contacto directo con los consumidores. La feria tiene por objeto la defensa de las mieles valencianas, a saber, romero, azahar y milflores, pero durante su celebración se recogen también firmas desde el estand del ayuntamiento para que algún dia las abejas sean declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El director de FIVAMEL, Carles Galletero, ha querido destacar “la calidad y variedad de las mieles que se pueden encontrar en la feria, tanto las monoflorales como las de milflores. En este evento, tratamos de acercar el mundo de las abejas a un consumidor que ha de saber buscar para su alimentación y su cuidado personal los mejores productos que ofrece la dieta mediterránea”.
La presencia en el recinto ferial de una colmena viva, protegida a través de un cristal de seguridad, es uno de los principales atractivos para quienes no han visto nunca este espectáculo de la naturaleza. Por último, la concesión del máximo galardón que concede la feria, la prestigiosa “abelleta d’or”, ha ido a caer este año a manos del apicultor de Puerto de Sagunto, Antonio Gomez Robles, por sus años de dedicación a esta actividad.
FIVAMEL