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LA UNIÓ de Llauradors estima que la grave sequía que padece la Comunitat Valenciana ha causado ya pérdidas directas en el sector agrícola por valor de alrededor de 165 millones de euros (88,8 en la provincia de Valencia, 40,3 en la de Alicante y 35,5 en la de Castellón) según un informe elaborado por esta organización agraria, cifra que puede ser incluso bastante superior si no llueve en el transcurso de las próximas semanas. Se trata además únicamente de pérdidas directas en los sectores agrícolas y en el apícola. De no llover en los próximos quince días habrá que aumentarlas y sumar también a los sectores ganaderos extensivos que pueden tener un sobrecoste importante en alimentación animal (piensos) a lo largo de este otoño debido a la ausencia de pastos. En los sectores ganaderos integrados o en intensivos sólo ha habido pérdidas por incremento del coste del agua.
Los efectos de la sequia son distintos según las zonas de secano o de regadío. En estas últimas el principal problema es el encarecimiento de costes de cultivo (mayor número de riegos, más tratamientos contra las plagas, labores adicionales para el aclaro de frutos, etc.,). En las zonas de secano los problemas no se centran únicamente en la disminución de producción, que en algunos casos superará el 50%, sino que podrían tener consecuencias en la próxima con la muerte de arbolado. La sequía provoca entre otras cosas desequilibrios fenológicos en la mayoría de cultivos, una intensificación y persistencia del periodo de sequía, calibres de fruta más bajos e incluso una posible pérdida de arbolado por la muerte del mismo. Pero también repercuten en un incremento del nivel de plagas con el coste asociado que supone su erradicación, el aumento de la frecuencia de riego y la consiguiente subida del coste energético, la disminución del nivel de los acuíferos y la salinización de los pozos de riego. La conjunción de la ausencia de precipitaciones, las altas temperaturas de los últimos meses y la sequía afectan de forma muy negativa a todos nuestros cultivos y a algunas especies ganaderas y todo ello tendrá una repercusión directa en la disminución de ingresos de los agricultores y ganaderos.
El cultivo de los cítricos; debido a la superficie, producción y volumen económico, es el que mayores pérdidas tiene con 95 millones de euros. Las causas son por el aumento de los costes como es el caso de los energéticos al tener que extraer el agua desde mayor profundidad, el incremento de la frecuencia del riego, el mayor número de los tratamientos fitosanitarios por la proliferación e intensidad de plagas como la araña, piojo rojo, mosca mediterránea etc., y también la necesidad de realizar aclareos para obtener frutas de mayor calibre. Le sigue por importancia de pérdidas el olivar con 25 millones de euros pues la sequía podría dejar la producción de esta campaña con menos del 50% que la anterior, es decir con aproximadamente unas 15.000 Tm.
Las viñas se verán afectadas en todas las zonas productoras con un descenso medio de la producción del 30% respecto a la campaña pasada, lo que supondrá una cosecha global en el conjunto de la Comunitat Valenciana de poco más de 1,5 millones de Hl de vino. Tienen unas pérdidas por la sequía de unos 18,2 millones de euros. La producción de frutos secos también notará fuertemente los efectos de la sequía. Así, la de almendros podría descender su cosecha casi un 40% sobre la anterior y la de algarroba un 30%. Las pérdidas en estos cultivos son de 13,6 millones de euros.
En cereales la pérdida ha sido generalizada en todas las comarcas valencianas, aunque de manera distinta según zonas productoras, pero la merma de cosecha oscila entre el 20 y el 50% respecto a una campaña normal y las pérdidas globales son de 4,6 millones de euros. Por lo que se refiere a los frutales, incluido el caqui, los efectos son similares a los cítricos, es decir un aumento de costes por mayor riego y más tratamiento fitosanitarios. Las pérdidas estimadas por LA UNIÓ son de 3,7 millones de euros. También la producción de hortalizas se verá afectada con un aumento de los costes y una menor calidad por las elevadas temperaturas.
LA UNIÓ