El Hospital Universitario de La Ribera, a través de su Servicio de Urología, ha operado ya mediante láser a unos 450 hombres aquejados de hiperplasia benigna de próstata (HPB) o agrandamiento de próstata. Ello ha convertido al centro alcireño en el hospital público de la Comunitat Valenciana con mayor experiencia en la utilización de esta técnica mínimamente invasiva y con más casos descritos y publicados a nivel nacional.
Desde el año 2007, el Hospital de Alzira utiliza un láser de alta energía para fotovaporizar de forma selectiva la próstata agrandada, lo que le ha permitido obtener mejores resultados que la cirugía abierta tradicional y con menores complicaciones postquirúrgicas.
Según ha destacado el jefe del Servicio de Urología del centro hospitalario, Dr. Antonio Benedicto, “para tratar la HPB en el Hospital de Alzira hemos utilizado el conocido como láser verde (KTP potasio-titanio-fosfato) y actualmente usamos el láser de Tulio, que hemos incorporado recientemente y que permite una mayor precisión y eficacia para abordar próstatas de gran tamaño que antes solo se hubieran podido tratar mediante cirugía abierta”.
La HPB es una patología ocasionada por el agrandamiento de la próstata, que estrecha la uretra (el conducto de salida de la orina) y reduce la micción. Tiene una considerable incidencia en varones con edades superiores a los 50 años y aumenta conforme lo hace el envejecimiento de la población.
Los síntomas que conlleva la hiperplasia prostática benigna son: dificultad para orinar, micción lenta y a gotas, disminución del calibre y presión de la orina, y una mayor frecuencia en la necesidad de orinar.
La intervención que realiza el Hospital de La Ribera consiste en fotovaporizar con el láser los tejidos blandos de la próstata agrandada, eliminándolos por completo y devolviendo al paciente la capacidad de orinar correctamente. La utilización del láser también permite la fotocoagulación simultánea de los vasos sanguíneos, lo que evita prácticamente la posibilidad de sangrado.
Múltiples ventajas para el paciente
Así, frente a la intervención quirúrgica convencional, la utilización del láser se caracteriza por el escaso sangrado, lo que permite una recuperación más rápida del paciente y reduce significativamente las potenciales complicaciones, especialmente en pacientes de riesgo quirúrgico (añosos, cardiópatas, anticoagulados).
Otra de las ventajas de la intervención con láser verde o láser de Tulio es que el haz de luz no se disipa a tejidos adyacentes, de manera que se reducen las complicaciones potenciales como la perforación de la cápsula prostática y lesiones de esfínter.
En este sentido, el Dr. Benedicto ha afirmado que “en los años que llevamos aplicando esta técnica mínimamente invasiva, hemos conseguido resultados superiores a la resección transuretral (es decir, la intervención quirúrgica convencional de la hiperplasia prostática benigna), y con menor estancia hospitalaria (1 día frente a los 5 que suponía la cirugía abierta), menor tiempo de permanencia del sondaje uretral postoperatorio (24 horas) y sin ningún tipo de hemorragia en los pacientes”.
Hospital de la Ribera
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