Se ha llevado a cabo la segunda etapa de la Ruta dels Monestirs-el Pas del Pobre organizada por la concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Alzira, tras ser aplazada por la inestable situación meteorológica la anterior semana.
54 excursionistas provenientes de Alzira, Albal, Masamagrell, Simat de la Valldigna, Valencia, Villanueva de Castellón y Xátiva, entre otros, salieron a las siete de la mañana de Alzira, en autobús, para realizar la jornada a pie entre el monasterio de San Jerónimo de Cotalba, en Alfauir, situado en la comarca de la Safor, hasta el monasterio del Corpus Christi en Llutxent, en la Vall d’Albaida.
El grupo atravesó, a primeras horas de la mañana, las silenciosas calles de Rótova ante el asombro de los madrugadores de esta tranquila localidad. El camino abandonó la población para adentrarse por un sendero entre naranjos en el estrecho desfiladero que enmarca el río Vernissa, transitable gracias a las lluvias moderadas de este mes, y que no supuso ningún obstáculo para cruzar su lecho. Recordamos que, en anteriores ediciones, no pudo hacerse este tramo por el considerable caudal que dificultaba su tránsito.
La comitiva llegó a la pequeña localidad de Almisserà, donde se hizo una breve parada para almorzar. Durante unos minutos, esta población de 300 habitantes fue invadida por los excursionistas que ocuparon el centro social. El alcalde, Josep Mascarell, saludó a los asistentes y felicitó al concejal de Turismo, Rafael Fita, por continuar celebrando estas jornadas. Destacó que, en localidades como Almisserà, se puede constatar el número de excursionistas que anualmente hacen el recorrido de la Ruta dels Monestirs, y manifestó que la iniciativa del Ayuntamiento de Alzira contribuye decididamente a promocionarla. Los excursionistas, tras sellar su credencial, reiniciaron el camino para abandonar la Safor y adentrarse en la comarca vecina, por un paraje que fue víctima de un pavoroso incendio en abril de hace dos años.
Los que participaron en anteriores ediciones pudieron constatar los efectos del incendio, que arrasó gran parte de los términos de Almisserà, Benicolet, y Rótova. La pista forestal que hizo de cortafuegos, permitía atravesar este desolador paisaje casi lunar, en el que algunos matorrales y los escasos pinos supervivientes, daban la nota de color verde. Ya en la comarca de la Vall d’Albaida, desaparecieron los restos del incendio para mostrar de nuevo su imagen habitual, dominando los cultivos de olivos en la proximidad de Llutxent, destino de esta larga etapa. En la lejanía, el Castell de Xío, y a poca distancia de él, sobre el Montsant, el convento del Corpus Christi eran los referentes que indicaban la distancia que faltaba por recorrer.
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