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El pasado viernes nos dejaba a los 49 años el suecano Josep Lluís Massó Baldoví, quién dirigió la banda de Sollana entre los años 1990 y 1993. Con él, la Societat Unió Artístico-Musical de Sollana viajó a Polonia en el verano de su primer año como director para hacer algunos conciertos en las ciudades de Katowice y Pszczyna, porque «la banda necesitaba un revulsivo, algún aliciente que animara su marcha, puesto que se encontraba un poco estancada desde hacía un tiempo», según declaraciones de José Escribà Vendrell —presidente de la sociedad en aquella época— reogidas por Joan Ferrús en el libro Les bandes de música de Sollana. El viaje, que también sirvió para que nuestros músicos pudieran conocer mucho más la cultura y vida de aquellas ciudades del este (visitaron Praga, Cracovia, Varsovia, el campo de concentración de Auschwitz…), cumplió su objetivo y la banda entró en una dinámica de crecimiento. Masó, de quién todos los músicos que estuvieron bajo su batuta en Sollana guardan un buen recuerdo, destacó en su corta estancia en la SUAM la importancia de la escuela de música como cantera de la banda y la necesidad de nutrirla, potenciarla y mejorarla.
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