Cada viernes por la mañana, unos 90 alumnos del colegio Evaristo Calatayud de Montserrat acude a sus clases a pie, andando por la carretera llena de vehículos y grandes camiones y escoltados por sus padres y por la Policía Local. Se trata de una marcha de más de cien personas que reivindica la situación de dejadez por parte de las administraciones públicas en cuanto a la educación de los pequeños.
La Generalitat ha eliminado dos de los cuatro autobuses que llevaban a los niños de Montserrat al colegio. La razón de este recorte «ha sido mediante una medición en línea recta desde el domicilio de cada alumno hasta el colegio», explica una de las madres de los niños.
Todos aquellos niños que superen los tres kilómetros de distancia hasta la escuela tendrán autobús, los que tengan menos ya no tendrán derecho a subirse a él. «El problema es que un 60% de los niños viven en las afueras, que aunque en línea recta sea menos de la distancia requerida, por las vías esa distancia es de seis kilómetros», apunta otra madre. «Hay muchas familias que no podemos llevar a nuestros hijos cada día al colegio en coche, o bien por trabajo o por la situación económica en casa», explican. Por este motivo es por el que las familias se arriesgan cada semana a llevar caminando a sus hijos caminando, haciendo frente a los peligros de la carretera, «porque queremos soluciones, y en este caso es el autobús para todos los alumnos, sin discriminaciones», reivindican los padres.
Es una «injusticia» que haya autobús gratuito al colegio sólo para algunos, «además, hay alumnos que no tienen transporte cuando deberían tenerlo y otros a los que no les es tan necesario y sí lo tienen, por ello, que haya para todos o para ninguno», defiende otra de las madres afectadas por el recorte.
Desde el colegio, los padres aseguran que todavía no han tomado ninguna medida pese a verles cada mañana con pancartas de queja. «Se encuentran entre la espada y la pared, por un lado están sufriendo la falta de dinero de la Generalitat y por otro comprenden nuestra indignación por la falta de buses». Sandra Parrilla
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