Me abruma tanta actividad del nuevo gobierno, se puede decir que observando esa exposición continua en los medios de comunicación, hemos pasado de la inactividad del gobierno de Bastidas a la sobreexcitación del gobierno del Sr. Gómez & Cia. Ese planteamiento del nuevo equipo de gobierno de estar todos en todo, puede que sea el motivo por el que se han quedado en nada aquellas críticas al Partido Popular en las que se quejaban amargamente de la falta de objetividad existente en Alzira Radio.
También hace poco más de un año podíamos escuchar a Iván Martínez y Diego Gómez referirse al elevado coste que suponía mantener la sociedad mercantil Alzira Radio SA y recordaban la nueva Ley de Régimen Local que obliga, a partir de 2015, a deshacer aquellas sociedades que presentaran pérdidas durante los dos últimos años y reprochaban al equipo de gobierno de Bastidas “no tener ningún plan previsto al respecto”. Por su parte el PSOE de la Señora Aguilar, pedía reunirse para tratar el tema ya que afectaba a trabajadores. Hoy los escuchamos a los tres en la emisora municipal, día tras día mostrando las bondades y virtudes de este nuevo gobierno, pero de la realización de un plan para mejorar los resultados económicos de la emisora municipal no sabemos nada, todavía.
Alguien del Partido Popular dijo en su día que “Alzira Radio no es la BBC”, esa afirmación la comparto en su totalidad y además estoy por asegurar que tampoco lo es RTVE, ni lo era Radio 9 ni lo fue, ni lo será Canal 9 en su próxima apertura. Y no es por falta de profesionales de la comunicación, que de eso tenemos muchas y muchos y muy buenas y buenos. Pero si buscamos culpables de tener medios de comunicación públicos en donde la pluralidad no figura en su libro de estilo, y en los que manda más el interés partidista y personalista, que la actualidad y el servicio público, debemos buscarlos entre los gestores y entre aquellos que antes ocupaban su sillón en la oposición y ahora que están en el gobierno dejan en un segundo plano la búsqueda de una solución a las continuas pérdidas que superan los 100.000 euros año, para preocuparse por cómo se reparten la parrilla de programación.
No tengo la solución para convertir una emisora de radio con balances económicos negativos en un medio generador de empleo y con beneficios a corto plazo. Pero si que hay espejos en los que mirarse para tratar, por lo menos, de que todo ese dinero público que se aporta para mantener activa esa frecuencia, sirva realmente para algo más que para que el gobierno de turno monopolice la programación y de manera encubierta se vuelva a programas tan inclasificables como 'l'Alcaldessa respon', más propio de regímenes menos democráticos.
Estaría bien que alguno o alguna de los recién llegados al gobierno creyera interesante sentar unas bases sólidas que dotaran a la emisora de radio municipal de los medios y la independencia necesaria para que pudiera destacar por su pluralidad y su marcado carácter de servicio público, en lugar de hacer un lavado de cara para pasar de ser PPRadio a  “el rinconcito del tripartito”.