Alzira está abandonada. Son muchos rincones de nuestra ciudad los que se encuentran descuidados y, lo que es más grave, sin que nadie se preocupe de ellos, pues pasa el tiempo y todo está igual, o bien sin reparar los desperfectos, o bien sin limpiar…
Es una pena que la imagen de algunos entornos urbanos sea tan lamentable, pero aún lo es más que los responsables de gestionar nuestros intereses y los de la ciudad caigan en la más alta de las desidias. Dirán que no hay dinero, la clase política ha colgado el cartel de “No hay billetes”, tienen la excusa perfecta, pero lo que no hay es interés. ¡Pobre España!
Si alguien duda, puede consultar la hemeroteca de este diario. Hoy, hace un año, denunciamos que había varios postes metálicos en la rotonda de Les fulles, también conocida por ‘La rotonda del llansols’, a los que les faltaba su correspondiente señal y que íbamos a tenerlas ahí in saecula saeculorum.
Con total seguridad confirmamos que este descuido ya existía en octubre de 2011. Está así, pues, más de dos años.
Si sumamos las verticalidades metálicas de las farolas (necesarias), los palitroques que quedan de las dos señales (en la foto sólo una) y el monumento de la rotonda de Les fulles nos acercamos a una composición tipo “Las lanzas”, de Velázquez. Es por consolarnos.
¿Nadie ve esto?
Estoy seguro que por esta rotonda pasa la alcaldesa, concejales de todos los colores, policía, empleados de conservación, técnicos… ¿Nadie ve esto? ¿Nadie se percata de que Alzira queda en evidencia y en ridículo? Esto y otras cosas como esta forman la definición de la palabra desidia. ¡Pobre Alzira!
“El paisaje es uno de los patrimonios que posee Alzira junto a su patrimonio ambiental, cultural e histórico. El Ayuntamiento tiene la voluntad de protegerlo pero, para eso, primero hay que conocerlo”.
Elena Bastidas dixit