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Amnistía Internacional cree que toda persona ha de poder decidir libremente si tener relaciones sexuales, cuándo y con quién; si casarse o tener hijos y cuándo, o cómo protegerse de las enfermedades de transmisión sexual, especialmente del VIH. Es por eso que, en el contexto de esta campaña, la organización ha lanzado una petición global a los líderes mundiales, representantes permanentes ante las Naciones Unidas y organizaciones internacionales para que respeten, protejan y hagan realidad los derechos sexuales y reproductivos para todas las personas y aborden la discriminación que perpetúa la violación de estos derechos. Las amenazas a los derechos sexuales y reproductivos son un problema global. En todo el mundo han sufrido agresión sexual 150 millones de niñas menores de 18 años. Todos los años dan a luz 14 millones de adolescentes, debido principalmente a relaciones sexuales forzosas y embarazos no deseados. Hay 215 millones de mujeres que no pueden acceder a métodos anticonceptivos aunque quieran dejar de tener hijos o retrasar el momento de tenerlos. Las conductas homosexuales son ilegales en la actualidad en al menos 76 países, 36 de ellos de África. Para hacer frente a esta situación, Amnistía Internacional lanza la campaña Mi Cuerpo, Mis Derechos (#MiCuerpoMisDerechos), en la que pone de relieve la creciente represión que se ejerce en muchos países del mundo, que dan prioridad a políticas represivas a costa de los derechos humanos y las libertades básicas. La campaña Mi Cuerpo, Mis Derechos, de dos años de duración, tiene por objeto recordar a los líderes del mundo su obligación de tomar medidas positivas, lo que implica no sólo anular las leyes opresivas, sino también promover y proteger los derechos sexuales y reproductivos; proporcionar información, educación y servicios, y poner fin a la impunidad de la violencia sexual.
Amnistía Internacional la Ribera