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Insultos, gritos, protestas y una disculpa arrancada a regañadientes al alcalde, el popular Vicent Ramón García. La sesión extraordinaria del pleno de Algemesí en la que se debatía y aprobaba el catálogo de bienes y espacios protegidos tuvo casi de todo. Lo primero que sorprendió a los vecinos que se acercaron hasta la sesión fue el gran despliegue policial, con varias decenas de policías nacionales y locales tras haber anunciado varios colectivos que acudirían al pleno. Miembros de los colectivos culturales Casa Cantonera y la Nova Muixeranga, además de vecinos, tuvieron que entrar en el ayuntamiento tras presentar su DNI. Su intención era mostrarle al alcalde su descontento con la insinuación que realizó en la anterior sesión plenaria. En ella, Vicent Ramón García, tras comenzar su argumento con un «Me han dicho que pregunte», insinuaba la vinculación de estos colectivos con el presunto alojamiento en sus respectivas sedes de personas que vinieron de otras partes de España para asistir a las protestas contra las becerradas cadafaleras. Incluso, miembros de dos de los partidos de la oposición (EU y Més Algemesí) llevaban una camiseta con esta frase 'M'han dit que pregunte'.
La primera intervención de Josep Bermúdez (Més Algemesí) comenzó con una alusión al punto que se debatía, pero inmediatamente derivó hacia la «incontinencia verbal» del alcalde respecto a la semana de toros y sus protestas y las acusaciones falsas hacia estas asociaciones. La primera intervención de Bermúdez acabó con los aplausos del público que llenaba el salón de plenos. La ovación provocó que el alcalde amenazara con desalojar al público si se repetía esta circunstancia.
Desde Esquerra Unida también le recriminaron sus «actitudes verbales» y le pidieron que se comportara mientras que Marta Trenzano (PSPV) acusó al PP de ser «irresponsables» y de haber trabajado «muy duro» para generar división en el pueblo. La intervención de la popular María Ángeles García provocó que todo el público se pusiera de espaldas a los concejales. Esta decisión generó que la concejala pidiera que hubiera «gente con educación y respetuosa» además de calificar como «muy lamentable» lo que estaba ocurriendo y acusara a la oposición de convertir «en un circo» la situación alrededor de este tema y de generar un «mitin». La intervención del alcalde sirvió para que García pidiera disculpas. Hubo insultos como «payaso» o «mentiroso» hacia él por parte de algunos asistentes e incluso la policía retuvo a un hombre que quería ubicarse delante del primer edil. Al levantarse la sesión, un representante de la Nova Muixeranga y el alcalde mantuvieron un diálogo en el que, finalmente, el alcalde reconoció que podía haberse equivocado en sus palabras.
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