Ahora ya sabemos que el equipo de gobierno municipal de Alzira inaugurará la biblioteca en fechas cercanas a elecciones. Otros años nos asfaltaban las calles y esta vez tendremos biblioteca.
Ya me imagino el día de la inauguración. Todos los concejales, con la alcaldesa a la cabeza, sacando pecho por inaugurar el nuevo edificio; eso sí, con no sé cuántos años de retraso porque, si no recuerdo mal, la biblioteca era una promesa electoral desde la primera legislatura del PP. Por supuesto que no faltarán los pelotas de siempre de la sociedad de Alzira para salir en la foto.
¿Cuando tengamos biblioteca será para celebrarlo? Pues según se mire. Será como una promesa celestial; el paraíso llega cuando uno se muere pero, ¿alguien ha estado en el paraíso para atestiguar que existe? Y no sé de nadie que tenga prisa por averiguarlo. Por cierto, ¿qué tipo de responsabilidad tiene la alcaldesa por haber mentido a los ciudadanos? No me queda más remedio que acoplar a nuestra máxima autoridad algo que dijo Abraham Lincoln: Elena Bastidas ha tenido momentos en los que lo mejor que podía haber hecho es no despegar los labios. Os observo.