Cañas en los cauces del río Júcar y el río Sellent

Jueves, 23 de agosto de 2012 | e6d.es
• Un ejemplo claro es el del río Sellent, afluente del Júcar por su margen derecha, a la altura de Càrcer. Otra zona es la que va desde Alberic hasta la Murta de Albalat, también en la desembocadura del Albaida al Xúquer, a la altura de Villanueva de Castellón
Cañas de varios metros de altura crecen sin control por cauces de ríos y barrancos de la Comunitat. Esos mismos por los que debe fluir sin obstáculos el agua de las lluvias torrenciales que suelen azotar el litoral mediterráneo tras el verano, la conocida como gota fría. A falta de un mes para que comience el otoño, la vegetación invade el terreno y dificulta la evacuación en caso de avenidas.
Un ejemplo claro es el del río Sellent, afluente del Júcar por su margen derecha, a la altura de Càrcer. La maleza y el cañizal se acumulan en la orilla y en muchos tramos apenas se ve el río. Su proximidad al núcleo urbano aumenta la peligrosidad. La alcaldesa de la localidad, Marta Herrandis, ha exigido de forma insistente a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) que lo limpie, que es la entidad que se encarga de mantener el dominio público-hidráulico.
«En estos últimos años se viene pidiendo semanalmente debido a la alarma que produce entre la población la posible obstrucción del puente por la frondosa vegetación existente», explica Herrandis. Tras la insistencia del Consistorio, la CHJ se ha comprometido a que los agentes inicien los trabajos de limpieza a partir del 1 de septiembre.
En caso de producirse una avenida de agua la vegetación que ocupa el cauce reduce la capacidad de drenaje. Además, es posible que la fuerza del agua arrastre la maleza y obstruir a su paso estrechamientos y puentes.
El portavoz de la plataforma Xúquer Viu, Paco Sanz, explica que el del Sellent no es el único tramo tomado por las cañas invasoras en el Júcar. Otra zona repleta de estas plantas es la que va desde Alberic hasta la Murta de Albalat. La imagen es similar en el río Magro a su paso por el término de L'Alcúdia y en algunos tramos del Montnegre.
También en la desembocadura del Albaida al Xúquer, a la altura del municipio de Villanueva de Castellón. Aquí la situación es especialmente sangrante. Hace unos años la CHJ hizo un gran esfuerzo económico para eliminar todas las cañas que se acumulaban entre el antiguo cauce y el actual y plantó más de 2.500 árboles. «Pero hoy la zona está abandonada y esta planta ha vuelto a adueñarse de todo», explica Juan Ramón Murillo, biólogo de la zona, que alerta de que esta especie invasora «no es muy profunda y al paso del agua torrencial, arranca la caña y el rizoma y se crea una masa enorme que crea tapón y provoca los desbordamientos».  Leer noticia completa en Las Provincias   Fotos: Juan Penadés (Las Provincias)