Multitudinaria participación en la celebración del Domingo de Ramos ayer en Carlet.
La emoción, la devoción y el fervor cristiano se entremezclaron con el color verde de las ramas de olivo y el amarillo de las palmas para conmemorar la entrada de Jesús en Jerusalén.
Familias enteras se reunieron en la avenida Blasco Ibáñez y en la plaza de Salvador Giner para celebrar la tradicional bendición de las palmas y ramas de olivo o laurel. A continuación se oficiaron misas solemnes en las dos iglesias de la ciudad, Asunción de Nuestra Señora y San José.
De esta manera se intenta describir el momento en que Jesús de Nazaret entró triunfalmente a Jerusalén, en medio de una multitud que lo aclamaba como el Hijo de Dios. Con esta celebración arrancaba la semana de Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.
Ajuntament de Carlet