El Ayuntamiento de Carlet está rehabilitando la emblemática estación de ferrocarril de la ciudad, un edificio arquitectónicamente valioso que data de 1925.
Las obras dieron comienzo a finales del mes de enero y contarán con una inversión de 176.240’45 euros.
Esta actuación conlleva trabajos de retirada de elementos adosados a la fachada, apeo de la escalera y primer forjado, cimbrado de arcos, demolición de la distribución interior de la vivienda en la primera planta y la escalera interior, desmontaje de la carpintería exterior, demolición de los falsos techos en ambas plantas, refuerzo de la estructura en el primer forjado, reconstrucción de la escalera, recuperación de fachadas con limpieza de paramentos, reposición de piezas rotas o sueltas, colocación de nueva carpintería exterior en aluminio y ejecución de división interior entre dos usos en planta baja.
Esta primera fase, que tiene un periodo de ejecución de seis meses está financiada por una subvención de la Diputación de Valencia.
Las obras se encuentran en pleno proceso de ejecución, tal y como ha podido comprobar de primera mano el secretario autonómico de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, Victoriano Sánchez Barcáiztegui junto a la alcaldesa de Carlet, Mª Ángeles Crespo y ediles de la Corporación municipal.
Con la rehabilitación de la estación se mejorará la imagen de este edificio histórico, obra del arquitecto Francisco Mora Berenguer, y referente arquitectónico del trazado ferroviario. El inmueble está protegido como Bien de Relevancia Local.
Cuando finalice el proyecto de restauración, el Ayuntamiento dará al inmueble un contenido cultural con la habilitación de dos salas. En la planta baja se destinará a museo parte del inmueble y el resto continuará teniendo uso de estación de FGV y la primera planta se destinará también a espacio cultural. Uno de los espacios se destinará a la realización de exposiciones itinerantes y otro se convertirá en un gran lugar cultural.
La estación de Carlet es una obra del eclecticismo tardío con rasgos modernistas y matices mudéjares y góticos combinados con elementos clásicos como la balaustrada o los arcos de medio punto. Resalta la maestría en el uso del ladrillo, de la cerámica, de la construcción en general, así como el juego volumétrico y los puntos de color, donde destacan el diseño del rótulo del nombre de la estación CARLET en la parte alta de la torre.