La Semana Santa en Alzira ha alcanzado durante décadas un prestigio que la llevó a ser declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. Hasta aquí todos los que la disfrutamos estaríamos de acuerdo. Pero los señores de la Junta de Hermandades y Cofradías deberían hacer un esfuerzo y autocrítica en aquellas cosas que no salen bien. Pongo algunos ejemplos, en mi humilde parecer.
Desorganización en los traslados, ya que las bandas de música y las bandas de tambores iban molestándose, eso sí, cada uno se daba cuenta cuando la molestia iba con su cofradía.
Filtraciones en el concurso de escaparates y balcones. Esta situación es inadmisible y ha llevado a muchos de los comerciantes participantes a "tirarse los trastos", cosa que yo no comparto en muchas de las formas de actuar de algunos de ellos.
Muchos ciudadanos que habían adquirido tickets para sillas comprobaron el mismo viernes como la ubicación distaba muchos metros de dónde les habían dicho
El colofón de la desorganización viene en la procesión del Santo Entierro. Empezó puntual incluso creo que hasta media hora antes que otros años y sin embargo se alargó de manera innecesaria. Con pena se observa el tedio que supone esperar a algunas hermandades más de media hora. Esto hace que, en la parte final del recorrido, el paso de la última cofradía, la Junta de Hermandades, las autoridades y la banda de la Sociedad Musical de Alzira sea un espectáculo poco digno de la Semana Santa de Alzira.
Se me olvidaba, el camión de la basura creo que no puede ir detrás de la banda de la Sociedad Musical de Alzira, con diez minutos que esperara sería suficiente.
Y ya para rematar, el Sábado Santo a las 12 de la noche fue un cachondeo porque iban saliendo andas de todos los sitios que iban a celebrar la resurrección a la plaza cuando creo que son sólo dos las cofradías o hermandades que oficialmente hacen este acto.
Todo no es negativo, por eso quiero felicitar a clavarios y cofrades por el esfuerzo que realizan en la elaboración de los doseles. Son muchas horas de trabajo y el ganador es sólo uno, pero la satisfacción y el orgullo de ver a sus pasos e imágenes como son admirados por alzireños y visitantes debe de ser de todos vosotros.
Un alzireño al que le gusta la Semana Santa
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