El alcalde de Sueca, Salvador Campillo, anunció que la Demarcación de Costas de Valencia verterá la semana que viene «toneladas de arena» en la playa de les Palmeres de la localidad «confiando en que el mar no se las vuelva a llevar». En declaraciones a este periódico, Campillo aseguró que técnicos de Costas visitaron la pasada semana el municipio, aunque no llegaron a ninguna conclusión definitiva sobre las causas del retroceso de la costa que se ha producido en el último mes y que ha borrado del mapa algunos puntos del litoral.
«Cada uno tiene su teoría, pero nadie sabe seguro qué ocurre», lamentó Campillo, quien añadió que en Costas «están muy preocupados porque es increíble lo que está pasando». «Tenemos un susto de miedo», admitió el alcalde de Sueca, perplejo porque se ha quedado sin un tramo de playa en pleno agosto, en el periodo de mayor afluencia, cuando más duele.
Campillo señaló que los esfuerzos se centran en la playa de les Palmeres, la más afectada, y que, según los técnicos de Costas, la del Perelló, donde se había cerrado un acceso, «parece que está volviendo a la normalidad». Además del traslado de arena, la prioridad es reforzar los cimientos del paseo marítimo. «Da miedo que afecte al paredón y la fuerza de las olas tire el paseo abajo», destacó Campillo. Para ello, el ayuntamiento reservará una partida de 40.000 euros en el presupuesto de 2014, por si fuera necesaria. «Nadie sabe la solución, como la naturaleza tiene su ritmo, esperamos que devuelva la playa igual que se la ha llevado», concluyó.
Escombros a la vista
El avance del mar no sólo se ha comido un trozo de la playa de les Palmeres y ha causado desperfectos, los bañistas se quejan porque los primeros días también dejó al descubierto escombros y hierros que, según comentan, podrían proceder de las obras del paseo marítimo nuevo de hace unos años. «Si se come la arena y no se ve nada, no pasa nada, pero es que además se vieron escombros. Y eso es porque alguien los ha tirado», critica un socorrista. El autor del texto es A. Calatayud. Leer noticia completa en
Levante-EMV