Con Altas Capacidades nos referimos a los niños y jóvenes que presentan como características comunes un buen desarrollo cognitivo, gran habilidad de razonamiento abstracto, curiosidad intelectual y una fuerte creatividad, entre otros. Por tanto, lo más lógico sería pensar que si mi hijo tiene un diagnóstico de Altas Capacidades tenga un comportamiento ejemplar. Muchos padres se preguntan porque en su caso no ocurre de ese modo, ¿Tiene el niño un Déficit de Atención? ¿Hiperactividad?
Debemos saber que, a menudo se confunde las Altas Capacidades con un elevado rendimiento académico. Ello conlleva a que esperemos del niño una buena conducta, un nivel de atención y concentración elevado y unas notas académicas excelentes. De tal modo que, cuando ocurre lo contrario, y por tanto, es un niño muy movido, que se distrae, no está atento y tiende a dominar las discusiones, pensemos que pueda tener TDAH. ¿Es esto realmente cierto? ¿Estamos realizando un diagnóstico erróneo?
En primer lugar, debemos tener en cuenta que, muchas veces el hecho de ser inteligente implica todo lo contrario a lo que esperamos, y por tanto, una elevada inquietud, rebeldía contra los adultos, desmotivación y gran dificultad para aceptar las normas. Asimismo, otra característica muy notoria de este grupo de niños es un elevado nivel de actividad y energía física, ya que están en constante movimiento. Estas características, pueden hacer que se confunda con los rasgos de un niño con deficit de atención.