Detenida en Colombia una joven de 21 años de Algemesí con 15 kilos de cocaína

La madre de Isamar Llopis teme por la salud de su hija en el penal de Bogotá porque es heroinómana

Una joven de Algemesí de 21 años permanece presa en una cárcel de Bogotá desde el pasado 20 de mayo, cuando fue detenida en el aeropuerto de la capital colombiana en posesión de una maleta que contenía 15 kilos de cocaína. Su madre, María José García, trata ahora de buscar un abogado en Valencia que les ayude "para que pueda volver lo antes posible", aunque es consciente de que "eso tardará", ya que las condenas por narcotráfico en el país andino son especialmente duras.
Es el segundo caso similar en ese municipio en menos de dos meses, después de que trascendiera, gracias a la denuncia de su familia, el arresto del algemesinense Óscar Z.P., de 38 años, con nueve kilos de cocaína en otro aeropuerto próximo a Cali el pasado 30 de marzo.
Isamar Llopis García, la joven detenida ahora, salió de Valencia el pasado 12 de mayo, aunque no contó a su familia adónde iba ni con quién. Ocho días más tarde, su madre recibió una llamada "de la policía de Aduanas de Bogotá diciéndome que mi hija estaba detenida porque llevaba cinco kilos de cocaína en la maleta. Precisamente en esa maleta tan grande que se había comprado para irse".
María José explica que "Isamar solía irse de vez en cuando cuatro o cinco días por ahí con algún amigo, pero no daba explicaciones porque ya era mayor de edad. Yo creo que era la primera vez que salía fuera de España, porque incluso se hizo el pasaporte a posta".
Pese a su juventud, Isamar es madre de un niño que cumplirá los dos años en ausencia de su madre, el próximo 16 de este mes. "El niño lo tengo yo, porque Servicios Sociales le retiró la custodia dado que ella era consumidora de heroína. Iban a darlo en adopción y pedí que me lo dieran a mí", agrega orgullosa la abuela.
La drogadicción de Isamar es una de las circunstancias que más preocupan a su madre. Tenía miedo por ella, porque sé que allí en las cárceles no les dan medicación, y ella estaba tomando metadona. De todas maneras, me quedé más tranquila después de que la dejaran llamarme. Me dijo: "Tranquila, mamá. Me he dejado la medicación, pero estoy bien. No te preocupes"".
En esa conversación, le informó de que la cantidad que le habían interceptado "eran 15 kilos. Es para volverse loca, porque miras en internet y ves cómo son allí las cárceles y lo mal que lo pasan". El hacinamiento y la violencia, además de la escasez de cuidados médicos y sanitarios son las circunstancias más denunciadas en los penales colombianos.
Isamar, heroinómana desde los 17 y con varios intentos fracasados de rehabilitación, se encuentra presa en la penitenciaría del Buen Pastor, a unos kilómetros de Bogotá. Al menos, tiene la ventaja de encontrarse cerca del Consulado General de España y de la embajada española, por lo que es más factible que reciba la visita de los funcionarios españoles,, algo que no sucede en cárceles más distantes.
El objetivo de su madre, que tiene otra hija de 17 años, es "que nos concedan el abogado de oficio que hemos pedido para que se ponga en contacto con el que le han puesto en Colombia. Esperemos que nos den una respuesta lo antes posible, porque estamos sufriendo mucho pensando en lo mal que lo debe de estar pasando allá, sola".   Teresa Domínguez.  Leer noticia completa en Levante-EMV