• Una urbanización se queda sin servicio por la deuda que acumula con la empresa mixta
El agua potable ha sido la gran protagonista informativa de la semana en Alzira. Dos noticias han tenido al líquido elemento como titular. En un caso, por un aspecto considerado positivo desde el Partido Popular y el Gobierno de la Generalitat, y en el otro, por todo lo contrario para un grupo de vecinos de una urbanización.
Cronológicamente, el lunes por la mañana los vecinos de la urbanización Faro del Mediterráneo, ubicada en un privilegiado punto de la costa, veían cómo la empresa mixta Aigües de Cullera cumplía lo anunciado y les dejaba sin suministro. El motivo, la deuda de más de 185.000 euros que los vecinos mantienen con la misma, cantidad que ha ido aumentando durante los últimos cinco años. Esta medida provocó que algunos de los vecinos anunciaran acciones legales contra el Ayuntamiento por considerar que no se habían tomado las medidas necesarias para evitar esta situación. «Nosotros queremos que cada vecino pague de manera individualizada, algo que no podemos conseguir y que creemos es misión del Ayuntamiento», resumió una vecina. Y es que precisamente aquí reside el principal problema a la hora de desbloquear una situación que no tiene visos de solucionarse en breve. La cercanía del buen tiempo y el verano, con el incremento de población, puede ser una buena muestra para ver si hay salida que, en cualquier caso, deberá incluir negociaciones y acuerdos para el pago del dinero.
Por contra, y apenas 24 horas después, el Consell anunciaba que el municipio costero en su conjunto había comenzado a recibir desde el martes suministro de agua procedente de la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de la Ribera, tras la entrada en servicio de su conexión a la red de distribución de caudales. Un agua que, por el momento, no podrán usar los vecinos de la urbanización afectada por el corte.
De este modo, Cullera se unía a las localidades de Alzira, Carcaixent, Favara y Llaurí en recibir agua de la potabilizadora de la Ribera, inaugurada el pasado mes de enero por el presidente de la Generalitat Alberto Fabra. La previsión es que Algemesí sea la próxima en recibirla. Será a final de este año o en las primeras semanas de 2015.
La Generalitat destacó que la llegada del agua de la potabilizadora coincide con un momento de «máxima demanda» por parte la localidad de Cullera, que en fechas vacacionales alcanza una población flotante de 200.000 personas, «reforzando la competitividad de este municipio, referente en el sector turístico nacional».
De este modo, el caudal de agua suministrado desde la ETAP de la Ribera a Cullera, que proviene a su vez del río Júcar, será «flexible» en función de las necesidades del municipio y en atención a la demanda que se realice desde el gobierno municipal. El autor de este texto es Manuel García. Leer noticia completa y ver hilo de debate en lasprovincias.es.