El Ayuntamiento turisano ha decidido poner fin a uno de los puntos negros de la carretera CV-415 en el tramo en el que se accede a la misma desde el camí Barrancons. La falta de visibilidad para los vehículos que se incorporan a la carretera convertía este cruce en una intersección de gran peligrosidad para los conductores. La actuación ha consistido en eliminar parte del ribazo que originaba el problema gracias a un acuerdo con el propietario del campo afectado. Con ello se amplía considerablemente la zona de visibilidad y evita que los vehículos tengan que invadir parte de la calzada para comprobar si pueden incorporarse. La obra se ha completado con la reconstrucción del ribazo con piedra de mampostería y la adecuación del firme que estaba muy estropeado. En la misma zona el consistorio tiene previsto asfaltar dos tramos de camino correspondientes a los parajes de El Campillo, con una longitud de 760 metros, y La Marchaleta, con 500 metros.