El Ayuntamiento de Turís ha llevado a cabo la canalización de las aguas residuales de diversas calles adyacentes a la Avda. José Vicente Herrera y a la calle Godelleta, en la zona conocida como Riuet.
Según explican desde el departamento técnico del consistorio, “la obra ha revestido cierta complejidad técnica y ha obligado a realizar tareas especiales debido al poco desnivel que existe y a la profundidad que ha tenido que alcanzar la zanja en algunos puntos, llegando a los siete metros”. El presupuesto asciende a 98.976 euros de los cuales 40.000 han sido sufragados por la Diputación de Valencia.
El problema se originó hace más de quince años cuando se urbanizó la zona haciendo desembocar sus aguas residuales en la balsa del Molinet, perteneciente a la Comunidad de Regantes Fuentes del Pueblo, que está ubicada más abajo, lo cual ha provocado que la Confederación Hidrográfica del Júcar abriera un expediente al Ayuntamiento y llegara incluso a sancionarlo.
Las obras han consistido en “recoger el saneamiento de esa zona y conectarlo justo a la altura de la rotonda ubicada en la Avda. Severo Ochoa que es el primer punto donde ha dado nivel”. Justo ahí “se ha realizado un desdoble de la red de saneamiento, que en algunos lugares ha tenido que bajar hasta siete metros de profundidad, para verter en la red de saneamiento municipal y en la depuradora”.
Con ello se viene a solucionar un grave problema porque “históricamente entre un 10% y un 15% de la población estaba vertiendo de una manera irregular a una balsa de riego y con esta actuación se legaliza la situación”. Cuando haya disponibilidad económica el equipo de gobierno tiene previsto acometer dos intervenciones similares en la misma zona.
Para la alcaldesa, Pilar Lozano las consecuencias de esta obra son “una herencia más de la mala gestión que durante años ha mantenido el PSPV-PSOE, que urbanizó la zona pasando por alto estas deficiencias tan  importantes, por las que además se ha sancionado al Ayuntamiento”.