El campo de fútbol de Xixerà, un auténtico bochorno de 600.000 euros
Lo que no sirve ni para un patatal, nos dijeron que “podría albergar encuentros oficiales”
Lo que nos vendieron
El 30 de junio de 2006 se inauguró el campo de fútbol anexo al Estadio Municipal Luis Suñer. Se trataba de una estructura adaptada a las normativas, con unas dimensiones de 90 metros de largo por 45 de ancho.
En la primera fase se acondicionó el campo de fútbol, rodeado de una valla de un metro y un aparcamiento para 130 vehículos.
En la segunda fase se procedió a la construcción del edificio de los vestuarios, dos para los jugadores y otro para el árbitro. El proyecto se complementaría con la rehabilitación de un huerto existente para convertirlo en cafetería.
Por aquel entonces nos dijeron que “el nuevo campo sería usado para entrenar, aunque también podría ser usado en encuentros oficiales”. Con su inauguración, Alzira ganaba otra instalación deportiva y conseguiría descongestionar el Campo de Deportes de Venecia.
En 2007, cuando se construyeron los vestuarios y la cafetería, la alcaldesa de Alzira Elena Bastidas dijo que: “A lo largo de esta legislatura hemos trabajado con el objetivo de mejorar las instalaciones deportivas y poco a poco estamos viendo el resultado. Son actuaciones como la Ciudad Deportiva, que se complementan con otras de menor envergadura con la reforma de los vestuarios del Luis Suñer o esta de Xixerà”.
La triste realidad
A día de hoy, siete años después de la inauguración, el campo de fútbol y los alrededores presentan un aspecto muy distinto del que tenía en el proyecto. Además, el deterioro por el paso del tiempo y abandono por parte del Ayuntamiento han convertido el lugar en algo muy distinto de lo que se decía en su día que iba a ser.
En la infografía que presentaron como proyecto de este complejo figuran una serie de elementos y características que nada tienen que ver con la realidad. La imagen que se daba era la de un recinto de ensueño, con sus árboles, zona verde, césped en el terreno de juego… De alguna manera había que justificar que las obras de este complejo deportivo iban a costar 600.000 euros.
Lo que iba a ser un terreno de juego con césped o hierba (ahí está la imagen, no inventamos) apto para la práctica del fútbol hoy no sirve ni para un patatal. A lo que hay añadir que la ausencia de papeleras y contenedores hace que el entorno sea un gran basurero.
Como es habitual, nuestros políticos desconocen que las cosas que inauguran hay que supervisarlas, mantenerlas y, en caso necesario, repararlas.
El campo de fútbol de Xixerà y su entorno presentan un estado lamentable que no está a la altura de lo que Alzira, como capital de comarca, se merece. Es un auténtico bochorno, las fotografías hablan por sí solas. Que el lector las juzgue.
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