Ni libros ni licencias. El colegio público Ribalta de Algemesí es uno de los centros educativos adheridos al plan experimental que ha introducido las tabletas digitales en las aulas aunque, a diferencia de la gran mayoría de centros que comparten la experiencia, ni utilizará libros de texto en soporte papel como apoyo salvo en la asignatura de inglés ni tendrá que comprar contenidos digitales a las editoriales ya que el equipo docente ha puesto a disposición de los alumnos material de elaboración propia, lo supone un doble ahorro. Los padres de los 18 alumnos de quinto de Primaria que participan en este programa piloto únicamente han realizado un desembolso de 200 euros que incluye la herramienta principal que sus hijos utilizarán en los dos próximos cursos, es decir, la tableta electrónica, una funda, el seguro de accidente y un auxiliar, en este caso un teclado, que aporta el propio centro.
El equipo docente del colegio Ribalta ya tenía decidido desde el curso anterior introducir la tableta electrónica como una herramienta más en el ámbito educativo, por lo que tras lanzar la Conselleria de Educación este programa experimental decidió acogerse, ya que tenía mucho trabajo adelantado. El director del centro, Joan Carles Morales, atribuye el mérito al actual tutor de quinto, Lluís Ferrando. «La idea ya la teníamos desde que el año pasado llegó al centro, la planteó y como equipo directivo la apoyamos», explica Morales, mientras detalla que Ferrando ya tenía los contenidos elaborados. El director, no obstante, señala como objetivo principal de esta iniciativa el «crear en los niños un habilidad digital que en estos momentos es capital», mientras advierte de que el ahorro económico es «una consecuencia más». P.F.
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