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El campo lleva meses mirando al cielo a la espera de la anhelada lluvia aunque, cada vez que éste se abre, graniza en sus cultivos. La tormenta que se desencadenó el domingo por la tarde iba acompañada de abundante aparato eléctrico y también descargó pedrisco en algunos municipios de la Ribera, la Costera y la Canal de Navarrés, aunque Alberic se llevó la peor parte. Se trata de la tercera tormenta de granizo que barre las mismas partidas de este término municipal en una misma campaña, la tercera en poco más de tres meses. «La atmósfera es caótica, imprevisible y caprichosa, y el gordo le ha tocado a Alberic», resumía el metereólogo de Algemesí, Jovi Esteve, en referencia a esta desgraciada coincidencia.
«En el pueblo cayeron cuatro piedras mezcladas con agua y no le dimos importancia, pero hoy nos hemos levantado con esto», lamentaba Martínez, que es el secretario comarcal de la Unió, mientras detallaba que los daños ya son visibles en el caqui, cuya recolección es inminente, aunque la naranja también se ha visto afectada.
En este sentido, el vicepresidente de la Asociación Valenciana de Agricultores, Bernardo Ferrer, estima en mil hectáreas la superficie afectada por el granizo del domingo, de las que 750 se localizan en el término de Alberic. Ferrer cifra en un 40 % como máximo el nivel de afección en los cítricos mientras que, después de tres granizadas, incidió, «poco caqui puede quedar» en esta zona. «No es una catástrofe, pero sí son daños preocupantes y de consideración», indicó Bernardo Ferrer en referencia a las zonas más afectadas, mientras señalaba que las fuertes rachas de viento que precedieron a la tormenta también derribaron muchos plantones jóvenes y han provocado daños en el fruto por el efecto del rameado.
El resto de daños, se reparten en las localidades de Vallada, Rotglà i Corberà, L'Alcúdia de Crespins y Montesa, donde el pedrisco ha afectado a unas 160 hectáreas. El granizo también hizo acto de presencia en varios municipios del valle de Càrcer, Massalavés y Alzira, aunque en estos términos el nivel de afección es mínimo.
Jovi Esteve detalló que el viento alcanzó en la Ribera velocidades próximas a los 60 km/h en Guadassuar (55,6), Alzira (53,7) o Alberic (53,1), mientras que las precipitaciones fueron escasas, con los máximos de Sumacàrcer con 35 l/m2, Polinyà con 25 o los 15 l/m2 de Alzira. Esteve destacó que la ausencia de vientos de componente marítimo propició que al llegar al mar la tormenta se diluyese y advirtió de que si hubieran entrado vientos húmedos hubiera sido muy peligrosa.
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