El Centro de Educación Infantil San José y San Antonio de Sueca ha inaugurado este pasado viernes, 7 de febrero, su primer ambiente Montessori. El nuevo servicio se fundamenta en este modelo educativo abierto que apuesta por ofrecer al niño oportunidades para alentar su espontaneidad, dándole libertad para desarrollarse en un ambiente especialmente preparado que favorece su autodesarrollo.
El acto ha contado con la presencia de Sor Segunda Fernández, directora del centro y en representación de la Fundación Benéfica Josefa Diego, su presidente, Don Diego Ferrándiz, rector de la Iglesia Arciprestal de San Pedro Apóstol de Sueca, quien ha sido el encargado de la bendición que daba por inaugurado el nuevo espacio; su vicepresidente, Arturo Fos y su secretario, Javier Beltrán. Y Raquel Andrés, maestra guía de la Asociación Montessori Internacional, ha sido la encargada de presentar la nueva aula y explicar los principales beneficios del método en el desarrollo del alumno/a en una jornada que ha contado con una gran acogida por parte de la comunidad educativa.
“Todo está pensado para nuestros alumnos, vuestros hijos, porque queremos darles lo mejor para su educación y su desarrollo como personas. Por eso nuestros centros apuestan por la pedagogía de estimulación temprana y ahora también por la pedagogía Montessori” ha señalado la directora. El objetivo es completar el potente proyecto educativo de este centro de referencia incluyendo las metodologías alternativas más efectivas.
La nueva aula se enmarca en el denominado espacio de “comunidad infantil”, un lugar intermedio entre casa y la escuela creado expresamente a medida del alumno/a para fomentar la autonomía, la independencia y la responsabilidad de las niñas y los niños en un ambiente de libertad disciplinada en que el rol predominante es el del alumno/a mientras que el adulto - docente ejerce solo de guía.
El espacio cuenta con diferentes áreas: Área de vida práctica (cuidado de la persona y cuidado del medio ambiente), área de comer, ejercicios de gracia y cortesía, área óculo-manual, actividades estereognósticas y área de arte y música.
Todo el material está adaptado, inspirado en la realidad y no en la fantasía, y se encuentra a la altura de los niños y las niñas, para que puedan interactuar con plena libertad y conciencia con el ambiente. Además, las actividades se realizan de manera individual, motivo por el cual la ratio de los grupos es reducida.
“Entre los cero y los seis años se producen los cambios más importantes en la persona: la dentición, los primeros pasos, el aprendizaje del lenguaje y el habla… Es la etapa base, la principal, en la que se asientan las bases de la realidad. Los aprendizajes adquiridos en esta etapa durarán toda la vida” ha explicado la experta en la metodología Montessori. Andrés ha subrayado que en los ambientes Montessori nada es simulado: “Todo es verdadero. Los niños y las niñas aprenden a lavar platos, limpiar cristales, regar plantas o manipular alimentos, entre otras muchas actividades, y lo hacen con los elementos reales. Esta metodología ayuda a los alumnos/as a asumir secuencias lógicas y rutinas ordenadas, fomentando la atención, la memorización y la concentración imprescindibles para que se produzca el aprendizaje”.
A la vez ha destacado también que el equipo docente del centro ha estado expresamente formado en las dinámicas de trabajo Montessori para impartir las nuevas sesiones. La experta se encargará de guiar y asesorar el equipo también en este primer curso de implantación. La previsión en este curso piloto es acoger al menos dos grupos cada mañana e implementar progresivamente la oferta.