El PAI de la finca de Sos, la verdad de ayer ha sido la mentira de hoy - Por: El buen entendedor
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Una gota de limón
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El buen entendedor
¿Y por qué digo esto? Muy sencillo. Habría que retroceder al Pleno extraordinario del 21 de febrero de 2012, en el que se discutió este PAI que finalmente quedó aprobado con los votos del PP.
En aquel Pleno, Enrique Montalvá, concejal de Urbanismo, y Enrique Lahuerta, concejal de Hacienda, parecían dos cruzados luchando contra los infieles que se atrevían a decir que no veían ese proyecto, que no creían que fuera algo real y que tenían serias dudas sobre su viabilidad. Montalvá y Lahuerta, Lahuerta y Montalvá estaban hablando como si el proyecto ya fuera a hacerse de manera inminente, como si ya estuviera decidido y ya tuviera el visto bueno de Consellería, cuando no era así.
Aquí, lo que estoy tratando no es la no realización de ese proyecto, que personalmente tampoco veía nada claro, como tampoco lo veía claro muchísima gente sin necesidad de dedicarse a la política, lo que estoy criticando son las fantasmadas, fanfarronadas, fantochadas, vaciladas o cualquier otro sinónimo que se le quiera añadir de dos políticos que, como se dice habitualmente, vendieron la piel del oso antes de cazarla. Ya veían hoteles, turistas, puestos de trabajo y millones a doquier. Esto ha sido como en Bienvenido Mr. Marshall, salvo que en esta ocasión no ha sido, Villar del Río, sino Alzira, y ‘los americanos’ son sustituidos por un príncipe árabe.
La alcaldesa suele decir muchas veces que “no quiere hacer historia”, pero de vez en cuando conviene recordares a los políticos algunas cosas que han dicho.
“Una cosa tan precisa como esta trae desarrollo y empleo a nuestro pueblo”.
“Hay gente que ha votado en contra del carácter urgente de algo que va a dar muchos empleos y muchas inversiones a nuestro pueblo”.
“Estamos hablando de empleos, estamos hablando de una proyección de nuestro pueblo que, al final, vuelven a ser más inversiones”.
“En este caso estamos hablando de un montón de millones”.
“Este verano (2012) se va a empezar a dar empleo”.
“El Partido Popular tiene la mayoría absoluta; es hora de hacer uso de ella para el progreso del pueblo”.
“Nosotros vamos a votar a favor y ustedes van a votar en contra porque, como he dicho antes, ustedes están dispuestos a arrastrar al fondo a este pueblo”.
“Muchos concejales dicen que algunos buscan el beneficio propio, cuando la realidad es que el único beneficio que habrá será para las personas que trabajen allí”.
“El proyecto viene de la mano de un empresario con antecedentes y que consideramos como un interlocutor válido y con una excelente moralidad en el cumplimiento de sus obligaciones”.
“Nos preocupaba que el proyecto se pudiera atascar”.
“Lo que estamos viendo es la repercusión económica que va a tener en nuestra zona, no solamente en nuestra ciudad”.
“Tenemos el compromiso de que sean empresas y gente de Alzira las que trabajen”.
“Tuve un par de entrevistas para decirle que nos preocupaba que el proyecto saliera fallido cuando ya estuviera iniciado”.
“Queremos que el proyecto llegue hasta el final en las mejores condiciones.”
Ahora queda por resolver una duda. De la misma forma que estos concejales prometieron públicamente en un Pleno ‘el oro y el moro’ (lo de moro no va con segundas) y atacaron a la oposición por no creer en el proyecto, ¿tendrán la misma dignidad política y hombría para pedir perdón a la gente por haber prometido algo que no era real y, al mismo tiempo, la misma dignidad política para arremeter contra la Consellería de Territorio, al igual que hicieron contra la oposición en su día, por haber dado al traste con todo ello?
Vuelvo a recordar un par de frases de cada concejal, Enrique Montalvá: “El Partido Popular tiene la mayoría absoluta; es hora de hacer uso de ella para el progreso del pueblo” y “En este caso estamos hablando de un montón de millones”; Enrique Lahuerta: “Lo que estamos viendo es la repercusión económica que va a tener en nuestra zona, no solamente en nuestra ciudad” y “Tuve un par de entrevistas para decirle que nos preocupara que el proyecto saliera fallido cuando ya estuviera iniciado”.
Lo razonable sería que dimitieran por el esperpento y ridículo que han hecho, pero para dimitir hace falta algo más que dignidad política. No pasa nada, continuarán en sus cargos sin ruborizarse Os observo.
Intervenciones de Enrique Montalvá y Enrique Lahuerta
en el Pleno extraordinario de febrero de 2012
se podrían haber ilusionado como los habitantes de Villar del Río