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Según las cifras publicadas por el SERVEF, el paro registrado en el mes de diciembre del 2021 en la Ribera, se ha situado en 18.899 personas, es decir, 724 parados menos que en el mes de noviembre, una disminución mensual del 4’98%.
Por su parte, los datos anuales indican que tenemos en este mes 2739 parados menos que el mismo mes del 2020 lo que supone una disminución de desempleo anual del 12’66%.
En cuanto a la contratación, se han registrado 13990 contratos en diciembre 2021, lo que ha supuesto 886 contratos más que en el 2020 es decir un 6’76% de incremento interanual. Por géneros, 5206 han sido a mujeres (37’21%) y 8784 a hombres (62’79%). La contratación indefinida mensual es de 866 contratos(un 31’01% más que el año pasado) y la contratación temporal es de 13124 contratos lo que significa un 6’19 % en indefinidos y la temporal un 93’81%. Los contratos han sido tanto en los temporales como en los indefinidos, un 81’21% a jornada completa y un 18’79% a tiempo parcial.
Raül Roselló, Secretario General Comarcal de UGT-PV ha querido aprovechar los datos del paro y contratación del último mes del año para hacer un balance comparativo anual con el 2019, año anterior a la pandemia. Esto indica que “Los datos de paro son, sin lugar a dudas, una buena noticia que confirma una vez más la efectividad de llevar a cabo políticas de impulso económico y de protección social y del empleo en momentos de adversidad económica. La actual situación de incertidumbre, producto de la difusión de la variante Ómicron del virus, demanda seguir profundizando en estas medidas a fin de que se fortalezca la actual etapa de expansión económica y sus frutos acaben redundando positivamente en el mayor número de personas posible. En este aspecto, el reciente acuerdo sobre la reforma laboral jugará un papel muy importante al situar al empleo estable y de calidad como uno de los principales pilares sobre los que apoyar la recuperación económica”
El nuevo acuerdo en materia laboral elimina algunos de los aspectos más lesivos de las antiguas legislaciones, abriendo un nuevo escenario para las relaciones laborales que recupera equilibrios en la negociación colectiva y promueve la generación de empleo estable al desincentivar la temporalidad y la precariedad, principales señas de identidad de nuestro mercado laboral durante décadas. Es, sin duda, un muy buen acuerdo, que debe ahora trasladarse a la práctica diaria de contratación de las empresas y a la negociación de los convenios colectivos, impulsando de manera consensuada un mercado laboral más eficiente y justo y, como consecuencia, unas empresas más productivas y competitivas.
Para Roselló, “para asegurar que el acuerdo finalmente se acaba materializando en una mejora de las condiciones laborales de las personas trabajadoras, es necesario que se siga complementando con otras actuaciones. La primera, en materia salarial: la generación de empleo estable debe venir acompañada de una política salarial que se traduzca en ganancias de poder adquisitivo para las personas trabajadoras, en consonancia con la actual fase expansiva en la que se encuentra la economía. Para ello, desde el sindicato exigimos que el SMI se sitúe ya en 1.000 euros a la vez que el Salario Mínimo de Convenio debe crecer también en este nuevo año hasta los 1.100 euros”.
UGT
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