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El Perelló quiere que su nuevo colegio sea una realidad cuanto antes para acabar con los problemas que supone que los alumnos tengan que utilizar las instalaciones prefabricadas. Para ello, ha conseguido que la Diputación subvencione el derribo del polideportivo, lugar donde se construirá el nuevo centro escolar demandado desde hace más de una década. El derribo comenzará el 18 de agosto y finalizará antes del 3 de septiembre, fecha del inicio del próximo curso escolar. Una actuación que tendrá un coste de unos 120.000 euros, que en un principio formaba parte del presupuesto de la construcción del centro por parte de la Conselleria de Educación pero que luego se retiró por falta de liquidez y tuvo que asumir el propio Consistorio. De esta forma, el Ayutamiento ha acudido a la Diputación para poder costear esta fase inicial. Una actuación que se ha querido realizar cuanto antes para evitar molestias a los alumnos cuando comience el nuevo curso y también para intentar acelerar el proceso de construcción de las nuevas instalaciones que tienen un presupuesto de seis millones de euros y que la consellera del área aseguró que se licitarían en 2014, con el nuevo presupuesto autonómico.
«Nuestra misión es dejarlo todo preparado para que la Conselleria construya el colegio cuanto antes. Sabemos que la construcción es inminente, que se comenzará a licitar en los próximos meses», ha explicado el alcalde de El Perelló, José Miguel Fos.
La falta de suelo dotacional de El Perelló debido a que se encuentra rodeado por el parque natural de la Albufera obliga a demoler el polideportivo para que haya espacio para el nuevo colegio. «El centro contará con las instalaciones deportivas que se están utilizando en la actualidad, frontenis, gimnasio, y podrán ser utilizadas por los vecinos en horas no lectivas», ha apuntado Fos. Los problemas de los más de 150 alumnos del colegio público de El Perelló son ya muy antiguos. Desde 2003, las clases las realizan en barracones pero es que anteriormente los escolares de El Perelló acudían a un centro en malas condiciones, motivo por el cual se manifestaron en diversas ocasiones. El centro era antiguo y adolecía de falta de espacio, hasta el extremo de que los niños hacían gimnasia en la calle. Aunque no era este el único problema, puesto que el edificio tenía goteras y problemas en la estructura. Por este motivo, la comunidad educativa y el ayuntamiento pedáneo reclaman la necesidad de que se construya un nuevo colegio que supla todos estos problemas.
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