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La preocupación ciudadana por la falta de presencia policial cada vez va en aumento. Y es algo que venimos advirtiendo pleno tras pleno. Los vecinos notan que los coches ya no patrullan por las calles como antes y nos reclaman constantemente más presencia policial, sobre todo a pie.
Y no es para menos. Hace unas semanas se produjo la sustracción de un ordenador portátil en la basílica, en plena plaza Mayor. Hoy hace siete días que forzaron la entrada a un comercio a escasos 200 metros del ayuntamiento aprovechando el cierre de mediodía; robaron la recaudación del día y varios artículos de la exposición. Y ayer volvimos a recibir la desagradable noticia de que otro comercio, esta vez en la calle Albalat (una de las vías principales de la población) denunciaba públicamente haber sufrido otro robo. El dueño del establecimiento informó de que le robaron la caja registradora y un ordenador portátil. Una vez más, a plena luz del día.
A todo ello hay que sumar el reciente tiroteo que se produjo hace apenas dos semanas en el barrio del Carrascalet, en plena calle y, una vez más, a plena luz del día. También la brutal paliza que recibió un indigente en el barrio del Raval el 31 de mayo. Precisamente el Raval y el Carrascalet son los barrios más abandonados por el equipo de gobierno. Los vecinos del Raval, preocupados por el estado del barrio, nos confiesan su preocupación por el incremento del trapicheo de drogas, algo que se había conseguido controlar tras años de esfuerzo y trabajo coordinado. Pero claro, la policía ya no pasa. La misma percepción tienen los vecinos del Carrascalet con el descenso de la presencia policial. Las peleas se han convertido en frecuentes y demandan que la patrulla pase por el barrio para disuadirlas.
La situación es insostenible. Asensio García ha demostrado ser un nefasto concejal de Seguridad Ciudadana. Hay días en los que sólo un coche con dos agentes patrulla la población. Es decir, salimos a un policía para cada 14.000 habitantes; una enorme irresponsabilidad que además incumple el propio decreto que la alcaldesa firmó y que fija en 5 los operativos que deben salir a la calle. Pero se incumple de forma reiterada y el concejal lo sabe.
Los cambios introducidos por el concejal y la incomprensible distribución de las horas extra en cosas estériles, están produciendo situaciones paradójicas, como tener el mes pasado a 5 agentes realizando 96 horas extraordinarias por un coste de 2.000 euros haciendo un informe sobre pasos de peatones, pero no destinar esos servicios extra a reforzar la seguridad cuando realmente es necesario.
Tras dos años de gobierno y las reiteradas quejas de vecinos, comerciantes y empresarios, la alcaldesa debe tomar cartas en el asunto y retirar cuanto antes las competencias de Seguridad Ciudadana a Asensio García, puesto que Algemesí no puede soportar ni un minuto más la incompetencia de este señor. Aunque, qué podemos esperar de Marta Trenzano si ha sido ella misma quien ha apartado a la Jefatura de todas sus funciones.
Partido Popular Algemesí