De un tiempo a esta parte, un sector de los autodenominados “progres” confunden la libertad de expresión con la ofensa burda a tradiciones, creencias y formas de pensar y actuar que no coinciden con las suyas. La ultima falta de respeto totalmente ofensiva (por calificarlo de forma delicada) es la difusión por parte de un colectivo local de Alzira de un cartel publicitario anunciando una denominada “La Sant Bernarda, Festes populars d´Alzira 2016” y en el que, ademas, se expone al Patrón de Alzira con un maquillaje irrespetuoso.
Estos comportamientos no solo significan una desconsideración y mofa a los Alzireños creyentes y devotos de Sant Bernat, sino que significan también, independientemente de connotaciones y creencias religiosas, una falta de respeto a una parte importantísima de nuestra cultura, nuestra historia y nuestras tradiciones, algo que ningún alzireño puede negar que significa Sant Bernat, sea o no creyente. Consideramos lamentable que un símbolo de nuestra cultura local pueda ser utilizado de forma burlesca por cualquier alzireño. Ninguna sociedad madura en sus libertades y creencias concibiria que sus simbolos culturales fueran objeto de burla por sus propios conciudadanos. Por ejemplo nadie sensato en Pamplona se le ocurriría hablar de una “san fermina” o en Galicia de una “santiaguina”. En Alzira, parece ser, algunos alzireños son distintos...
Pero si lamentables son estas actitudes, mas lo son las de algunos representantes del equipo de gobierno (en concreto el concejal de Izquierda Unida) que ademas justifican esta publicidad e imagen bajo una supuesta libertad de expresión y libertad de creencia y penoso que utilice términos como “degollar Drets”, imaginamos que en clara alusión a la forma en que fueron martirizadas las hermanas de Sant Bernat, Maria y Gracia.
Resulta inconcebible que un representante del equipo de gobierno tripartito local hable con este sentimiento de odio cuando se nombra a San Bernat, hecho este que ademas viene a ser una fobia permanente de este Teniente alcalde de Alzira que ya ha intentado repetidamente anular la denominación de Día de Sant Bernat de nuestro 23 de julio habitualmente festivo local. Desgraciadamente, en 2016 ha contado con la complicidad de todo el equipo de gobierno alzireño.
Esta obsesión antibernardina significa, ademas, la incongruencia ( o incultura cegada por la animadversión religiosa) de no respetar (a quien dice que respeta la libertad de expresión y creencia) a una persona valenciana musulmana, nacida en la Ribera, que fue asesinada por su hermano, y ademas por defender sus creencias... es decir San Bernat. Posiblemente, si hubiera sido al contrario y Sant Bernat hubiera sido ejecutado por católicos por negarse a dejar de ser creyente musulmán, este concejal llevaría su foto en la cartera y pediría un acto anual en su honor. A ningún alzireño se le ocurriría hacer mofa, por ejemplo, de paisanos que murieron en una guerra por defender sus ideas politicas o religiosas y actualmente se les guarda el máximo respeto a todos, especialmente si quien opina es un representante de la ciudadanía que, ademas, cobra de de lo que pagan todos los alzireños.
Lamentamos estas actitudes irrespetuosas individuales o colectivas y esperamos que tanto el equipo de gobierno, la corporación al completo y la ciudadanía en general sea capaz de reflexionar al respecto y actuar en consecuencia.
Grupo Popular Alzira