El secretario de organización de los socialistas de la Ribera Alta, Fernando Pascual,  considera que vender como novedad que a partir de ahora los alcaldes de menos de 1.000 habitantes no van a cobrar es un argumento falso y cargado de desvergüenza porque es desconocer la realidad, porque estos alcaldes ya no costaban ni un euro.
Según Pascual lo que pretende  el Partido Popular es empezar la casa por el tejado, dejando en el aire la prestación de servicios esenciales. Con esta medida estamos ante un proceso de cierre de muchos Ayuntamientos pequeños que son la mayoría en nuestra comarca, y que son muy importantes porque responden todos los días a las necesidades de los ciudadanos.
El responsable socialista afirma que la reforma local que plantea Rajoy vaciaría de competencias a los Ayuntamientos que tienen menos de 20.000 habitantes, y por ello el PSPV de la Ribera Alta anuncia que habrá una respuesta contundente ante esta flagrante inconstitucionalidad. Ya que con esta reforma habrá ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda dependiendo de los municipios en los que residan.
Pascual asegura que los ayuntamientos se convierten en cabeza de turco de una operación de maquillaje para intentar hacer ver que el problema son los pequeños municipios, los alcaldes y concejales de los pueblos, cuando la realidad es que las costosas estructuras políticas e institucionales están en las grandes ciudades como Madrid, Valencia o Barcelona.
El dirigente socialista ha instado a los líderes del Partido Popular en la Ribera Alta, a que defiendan a los municipios pequeños, que reconozcan y detallen cuánto se va a ahorrar en nuestra comarca con esta reforma de la ley y que expliquen que el ciudadano va perder mucho más de lo que se dice que se va a ganar.
Según Pascual si el gobierno finalmente aprueba esta nueva Ley de Bases de Régimen Local, los socialistas utilizaremos todos los recursos institucionales al alcance para que no se apruebe por el parlamento.
Pascual afirma que la propuesta del gobierno de Rajoy es regresiva, los socialistas nos negamos a que los servicios básicos se quiten a los Ayuntamientos para llevarlos a las diputaciones y que éstas los privaticen. El Partido Popular con esta nueva reforma lo único que pretende es hacer negocio a costa de disminuir la calidad de vida de los ciudadanos.