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El trinqueter y pelotari suecano Adrián Miguel, más conocido como Adrián I, se ha visto obligado a poner fin a las partidas de profesionales que alberga habitualmente los viernes el Trinquet Eusebio de Sueca. La poca afluencia de público y el hecho que sea el propio trinqueter arrocero quien sufrague la producción de estas partidas han terminado por convencer a Adrián, cansado de poner cada semana de su bolsillo un dinero que no iba a recuperar. La producción de cada una de estas partidas van a cargo del trinqueter suecano. «Antes al trinquete venían entre 80 o 100 aficionados y con su entrada de 5 o 6 euros por lo menos se pagaban los gastos», explica Adrián. El ribereño ha visto como entre la crisis y la programación en trinquetes como el de Bellreguard o Vila-real, el coliseo suecano ha pasado de recibir cerca de un centenar de visitas a no llegar ni a los 50. «Si baja la asistencia, también baja la calidad del cartel, puesto que no se pueden pagar a los pelotaris de primer nivel. Y si no traes a los mejores, estás vendido», añade el escaleter. «Antes venía gente de localidades alicantinas o del norte de Valencia, pero ahora los que somos nos contamos con las manos». El resto suecano no cuenta con ninguna ayuda del consistorio suecano, solo cuando se organizan algunos torneos como el de las fiestas. El trinqueter es quien hace frente al alquiler del recinto, a los gastos por suministros y mantenimiento, al seguro de las instalaciones y „como no„ a la producción de cada contienda. «Solo con las partidas se van más de 7.000€ al año, más otros 4.000 euros en la compra de pelotas, y si no se cubren los gastos quien pierde dinero, después de realizar todo el trabajo, soy yo», explica Miguel.
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