Almussafes, en la Ribera Baja, tiene un término municipal pequeño. Por un lado, no es un problema si tenemos en cuenta que la máxima de su alcalde, Albert Girona (Bloc), es no crecer por encima de los 10.000 habitantes para mantener la calidad de vida. Por otro, busca ampliar la superficie industrial y el terciario para facilitar el relanzamiento y las necesidades futuras de Ford, el caramelo empresarial del que Almussafes viene disfrutando los últimos 40 años. Para dar respuesta a estas dos necesidades del municipio, en 2008 se aprobó un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que el Consell aún no ha bendecido. Un PGOU que permitiría "despejar las dudas sobre el crecimiento futuro", según Girona. Los cambios en la legislación bloquean el plan pese a que la Generalitat se ha implicado en el relanzamiento de Ford con una inversión de tres millones de euros en subvenciones para I+D.
¿Qué contempla ese Plan General de Almussafes? Básicamente destinar terrenos para gasolineras, hoteles y zonas de ocio fuera del casco urbano, porque "muchos negocios no se instalan al no disponer de terciario", dice el alcalde. En paralelo, se pretende ligar el futuro de la factoría automovilística con la ampliación de un entorno industrial logístico y estratégico "básico para la economía valenciana". El proyecto no sólo va dirigido a empresas vinculadas directa o indirectamente a Ford, sino también a "las que tienen problemas para mantenerse en el polígono Vara de Quart o la ZAL del Puerto de Valencia".
El parque tecnológico que plantea Almussafes requiere una conexión con el Corredor Mediterráneo, "a ser posible cerca de Ford". En opinión del alcalde del Bloc, "ellos han apostado ya por este proyecto de ampliación invirtiendo en su relanzamiento en Almussafes más dinero que cuando llegaron a España hace 40 años". El Ayuntamiento ha ampliado el polígono y la Generalitat ha promocionado ese crecimiento, pero "esto debe ir a más en los próximos dos años y el PGOU no será suficiente para conseguirlo", advierte Albert Girona, que apela a un "organismo supramunicipal" en el que participen Benifaió, Silla, Picassent y otros municipios de la comarca a los que afecta igualmente el crecimiento industrial de la factoría.
Avanza Girona que entre la iniciativa privada "existe interés" en la ampliación del suelo industrial, incluso "hay promotores que pagarían de su dinero para que se instalen aquí nuevas empresas, y otros tienen suelo disponible para albergarlas". Eso es precisamente lo que intentó el alcalde de Almussafes al inicio de la legislatura, "adelantarse a la necesidad de suelo industrial", pero en aquel momento "mucha gente no creyó en la reindustrialización a partir de la factoría". Meses después, era la propia empresa la que anunciaba la buena nueva de la recuperación del tercer turno y la contratación de nuevos operarios para fabricar los modelos que Ford ha decidido producir en la planta valenciana.
Albert Girona pensaba terminar la legislatura y su carrera política fomentando la iniciativa pública en el polígono industrial de Almussafes y al final ha sido la privada la que ha apostado básicamente por reforzar el papel de motor económico comarcal y provincial de Ford y su entorno. Leer noticia completa en elmundo.es