Enrique Bolinches, de El Perelló, ha reproducido en maquetas las embarcaciones que han surcado l'Albufera
Han sido los diez modelos que han navegado por el lago desde que éste existe y se expondrán en la II Fira de l'Albufera
Diez barcas. Diez maquetas. Más de 100 años de historia naval de l'Albufera. Más de un siglo separa la aparición del primer barquet antes de 1800 y la última construcción, el popular ravatjol por el 1922. Entre medias están el barcot, el barquetot o el "marimacho", como se conoce la primera barca a motor de 1950. Este es el trabajo de Enrique Bolinches, un jubilado de banca residente en El Perelló, cuyas maquetas se expondrán por primera vez al público durante la II Fira de l'Albufera, los días 21, 22 y 23 en el Puerto de Silla.
Tradición marinera, afición, ¿qué le movió a llevar a cabo este proyecto?
El tema del modelismo era una manualidad que desde joven me había apasionado. En realidad, esta afición me vino de un amigo de mi padre que hacía maquetas de trenes y por aquí me entró el gusanillo. Mi primer trabajo fue una maqueta ferroviaria por donde podían circular hasta ocho trenes al mismo tiempo.
Y del transporte ferroviario pasó al marítimo.
Empecé comprando las maquetas que al mismo tiempo ampliaba porque soy muy perfeccionista. Pero me cansé y decidí elegir mis propias barcas. La anécdota es que la primera que reproduje resultó ser del padre de la mujer de un matrimonio amigos míos que era patrón. Pero fue una casualidad. Yo desconocía que "La Cubala", que así se llamaba, fuera de esta persona. Y también fue casualidad que cuando el padre se jubiló, la vendió a un mujer de Gandía y hace poco la encontré en Cullera porque aún está en activo.
¿Cómo surge la idea de reproducir los albuferencs?
Aunque soy de Valencia, vivo en El Perelló y siempre he sido un enamorado de la historia de l’Albufera y de sus tradiciones. ¿Y qué mejor tributo para sus gentes que reproducir las barcas del lago? Tenga en cuenta que en El Palmar, por ejemplo, el regalo de boda solía ser precisamente una barca a los contrayentes. Así que decidí empezar por las más antiguas: los barquets, el barcot y el barquetot, hasta completar los diez modelos que existen desde antes de 1800 hasta el último modelo, el ravatjol con cabina, de 1922.
¿Alguna por la que siente especial predilección?
Particularmente me siento muy satisfecho por la barca que se destinaba a la carga y transporte del arroz porque tiene muchos detalles y es una réplica exacta. Aún existe, pero está ya mucho deteriorada. Y también el ravatjol. Es la que más trabajo me ha dado porque la he tenido que deshacer varias veces debido a que me iba llegando nueva documentación y con ella aparecían detalles nuevos que debía incorporar.
En total, ¿cuántas barcas ha reproducido?
Han sido diez reproducciones, es decir, todos los modelos que han navegado por el lago desde que existe l'Albufera. Estamos hablando de los barquets, el barcot, el barquetot con pastera, el "marimacho" que fue la primera barca con motor que servía para el transporte del arroz en sacas o garbas. De este modelo estoy muy satisfecho porque es el mes fidedigno. Aunque para mí, la estrella es el ravatjol que también actuaba como correo y para el transporte de personas. Este tenía la base en el puerto de Catarroja.
¿Cómo se ha documentado?
El trabajo no sólo ha sido el de conjuntar las piezas, algunas realmente diminutas, sino que previamente he empleado mucho tiempo en documentarme para que la maqueta fuera una réplica exacta del original. Para eso he buscado en librerías, fotografías, internet y por supuesto, hablando con la gente mayor. De hecho, alguno lo he tenido que rehacer prácticamente cuando ya lo tenía muy avanzado porque iban surgiendo nuevos detalles.
¿De qué materiales y herramientas se ha servido?
Las maquetas son reproducciones exactas a escala 1:20 y, naturalmente, los materiales empleados son también como los originales, o sea, madera excepto las que llevan motor que son también réplicas exactas y además se pueden poner en marcha. En cuanto a las herramientas tampoco he tenido mayor problema: un cúter, una pequeña sierra y unos gatos que he diseñado y fabricado yo mismo.
Se supone que habrá sido un trabajo muy meticuloso y de mucho tiempo.
Cuando realmente te gusta lo que estás haciendo y te lo tomas como un entretenimiento, no te importa dedicarle las horas que sea. Naturalmente no te pasas todo el día, pero yo habré empleado unos cinco años en completar esta colección de barcos de l'Albufera. Y lo que no debe darte pereza es que si debes deshacer alguna maqueta y volver a empezar, pues se hace y no pasa nada. Lo importante es que cuando acabas el trabajo te quedes satisfecho.
¿Dónde guarda esta joya tan valiosa?
De momento lo tengo todo recogido en una habitación de mi casa. La muestra en la Feria será la primera vez que se exponga al público. Es una excelente ocasión porque estas embarcaciones representan una parte de la historia de l’Albufera muy importante. Por eso, esta iniciativa de la Fira es ideal para sacar este trabajo a la luz.
-
1ComentarisImprimir Enviar a un amic
-
Notícies similars
-
Mantener las playas limpias es una apuesta directa para atraer a turistas
Hi ha 0 comentaris / Llegir més
-
"S’ha pogut comprovar esta guerra no pot ser alliberada només per El Perelló, sinó per tots els pobles afect...
Hi ha 0 comentaris / Llegir més
-
Amb una ruta en barca i a peu denominada “Seducció mediambiental i gastronòmica en l’Albufera”
Hi ha 0 comentaris / Llegir més