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Especialistas de Salud Mental del Departamento de Salud de La Ribera recomiendan mantener una rutina en vacaciones y expectativas realistas para evitar el estrés en el periodo vacacional, una situación que sufre una parte importante de la población.
“Aunque en estas fechas suspendemos temporalmente nuestras obligaciones de estudio o trabajo, durante todo el año creamos una serie de tareas y exigencias sobre nosotros mismos con el objetivo de cumplirlos durante las vacaciones, que pueden llegar a generar un gran estrés mental y ocupacional”, ha destacado Isabel Martínez, psicóloga de la Unidad de Salud Mental de Carlet.
“Se trata de demandas subjetivas, como dedicar más tiempo a los hijos, realizar un determinado viaje o arreglar el trastero, que nos imponemos a nosotros mismos y que se suman a la carga adicional de que en vacaciones se debe disfrutar y pasarlo bien”.
Para evitar la ansiedad que producen este tipo de “expectativas inadecuadas”, los especialistas del Departamento de Salud de La Ribera recomiendan: intentar considerar el descanso y la diversión como un objetivo propio y prioritario, dejando en un segundo lugar el resto; solo si es absolutamente necesario, realizar ciertas tareas pospuestas durante el año, organizándolas y estableciendo horarios, dejando claramente identificado el tiempo para el ocio y el descanso.
Controlar el entorno
“En el caso de que seamos personas que necesitan ambientes predecibles, debemos programar las vacaciones, sin lanzarnos a aventuras o viajes en los que no sabemos dónde vamos a comer ni a dormir”, ha destacado Martínez.
Establecer una rutina en el lugar de vacaciones, aunque sea flexible, “nos da una sensación de control del entorno y nos permite estar más relajados”. Así, según la psicóloga de la Unidad de Salud Mental de Carlet, “hay que intentar centrarse en determinados objetivos como, por ejemplo, visitar un número más reducido de pueblos y monumentos de la zona de veraneo, pero hacerlo de una forma más tranquila y a fondo; es mejor recrearse que vivir para coleccionar fotografías”.
En este sentido, los profesionales de Salud Mental recomiendan “vivir y disfrutar el presente, viviendo las experiencias en primera persona, y olvidarnos de la necesidad de compartir constantemente con terceros a través de las redes sociales”.
Relaciones de pareja y familiares
Por lo que se refiere a las relaciones de pareja y familiares, en verano aumenta el tiempo de convivencia, por lo que, si las relaciones no son fluidas, “pueden aparecer sentimientos de rechazo o irritación”.
Establecer una tregua y posponer estos sentimientos para abordarlos en otro momento más oportuno, “donde no estén presentes los hijos, si se trata de relaciones de pareja”, o “intentar compartir vivencias positivas sin más pretensiones que producir un acercamiento en una relación distante o empobrecida por la rutina”, son algunos de los consejos que ofrecen los especialistas de La Ribera.
No idealizar las vacaciones
Por último, no hay que idealizar las vacaciones. También en este período pueden producirse complicaciones con el alojamiento o los viajes. “En ningún sitio del mundo dejamos de tener emociones complicadas de gestionar, por lo que un enfoque adecuado puede aminorar nuestros sentimientos de frustración y optimizar nuestra capacidad de afrontamiento”, ha señalado Martínez.