La corporación automovilística Ford cerrará las dos plantas que tiene en Australia, situadas en Broadmeadows y en Geelong, en octubre de 2016, lo que supondrá la supresión de 1.200 puestos de trabajo, según ha informado la empresa estadounidense en un comunicado. Ford indicó que su decisión de poner fin a su actividad productiva en Australia se debe a la cada vez más complicada situación del mercado, debido a la fragmentación y a la subida de los costes de fabricación.
Esta decisión se suma a los cierres anunciados en Europa y contrasta con la apuesta por su planta española. La factoría situada en la localidad valenciana de Almussafes tiene garantizada la carga de trabajo para los próximo años. De hecho, a partir de 2014 comenzará a recibir los modelos que dejarán de producirse en Bélgica y se recuperará el turno de noche, lo que supondrá al menos la creación de un millar de puestos de trabajo directos, y otros 3.000 indirectos.
Una de las claves que explican la confianza de Ford en España pasa por el pacto de contención salarial alcanzado con los sindicatos y por el marco normativo que permite flexibilizar costes.
La planta valenciana comenzará en junio los trabajos previos al lanzamiento de la Transit, cuya fabricación en serie está prevista para después de este verano y propiciará ochocientos nuevos contratos.
A finales de 2010 Ford Almussafes inició la fabricación del C-Max, un vehículo que se exporta a más de cuarenta mercados desde España, y en noviembre de 2012 lanzó el modelo Kuga.
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