La ciudad belga de Genk anunció ayer su decisión de reclamar a la empresa automovilística Ford una indemnización por daños y pago de intereses por un total de 61 millones de euros, al considerar que la marca incumple su palabra al trasladar la producción de la planta belga a la de Almussafes, en Valencia, en 2014. Las autoridades de Genk consideran que Ford ha incumplido un contrato de 2010, en el que la marca del óvalo garantizaba el mantenimiento del empleo hasta al menos 2020, un compromiso que fue reafirmado en 2012.
Ford confirmó el pasado día 12 el traslado de la producción de las nuevas generaciones de sus modelos Mondeo, Galaxy y S-Max a la planta de producción de Almusafes, en Valencia, que se empezarán a montar, en el caso del primero, a finales de 2014. La planta valenciana acoge ya la producción del crossover Kuga, y en septiembre empezará la de los comerciales Transit y Tourneo Connect, para los que han invertido un total de 1.112 millones de euros.
Un auditor estima que la pérdida de ingresos debido al cierre de la planta ascenderá a 60,9 millones de euros y las autoridades municipales de la localidad belga han decidido ahora cobrar esta cantidad acudiendo a los tribunales. Leer noticia completa en
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