El cuerpo sin vida de la mujer de 43 años encontrado ayer por la tarde en la Pobla Llarga podría ser el de la mujer que llevaba desaparecida una semana. El hallazgo se produjo sobre las siete de la tarde en el camino viejo de la Pobla Llarga a Sant Joanet. Aunque se estaba a la espera de las pruebas que verificasen su identidad, varios elementos que portaba, entre ellos una cruz, hacen pensar que se trata de la mujer de origen húngaro. El cuerpo fue avistado bajo un naranjo por un agricultor.
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