El equipo de arqueólogos del Área de Cultura de la Diputación de Valencia ha hallado restos cerámicos en el poblado íbero-romano de La Carència de Turís (Valencia) que confirman la datación de los conjuntos de murallas y torres defensivas y sitúan su formación en el siglo I a.C, en plena guerra sertoriana.
Según ha informado la corporación provincial en un comunicado, la cerámica hallada es importada, conocida como itálica campaniense beoide, y ha permitido a los expertos conocer la cronología de construcción de la tercera muralla del poblado, en torno al siglo I a.C. En esta época, en concreto en el año 75 a.C., fue cuando Valencia, bajo las órdenes del general Quinto Sertorio, fue destruida a manos del ejército de Pompeyo.
"Aunque desconocemos en qué bando se posicionó La Carència, podemos confirmar que la construcción de la tercera muralla, en la que han sido detectados los restos cerámicos, pretendía defender al poblado durante este periodo bélico tan decisivo en Valencia", ha explicado la directora de excavación y arqueóloga de la Diputación, Rosa Albiach.
Por su parte, la diputada de Cultura, María Jesús Puchalt, ha felicitado al equipo de arqueólogos, que ha contado con la participación de 18 universitarios. El equipo de La Carència ha contado también con un doctorando neozelandés, Ben Naylor, que prepara su tesis sobre los íberos en la época republicana en la universidad escocesa de Saint Andrews.
OCUPADO HASTA LA BAJA EDAD MEDIA
La Carència es un 'oppidum' --lugar fortificado indígena-- de gran extensión que ha sido ocupado desde el Bronce Final, pasando por las épocas ibérica, romana republicana y romana imperial, hasta alcanzar el periodo islámico y bajo medieval. La extensión de la cronología de habitación hasta las fechas bajomedievales --siglos XIV y XV-- ha sido constatadas por restos cerámicos hallados este año por primera vez.
Gracias a los trabajos de la investigadora Milagros Gil-Mascarell, acometidos en los años 1971 y 1972, se dató la secuencia cronológica de una parte del yacimiento, así como el tipo de construcciones. En 2001, la Diputación retomó los trabajos arqueológicos con la pretensión de consolidar el yacimiento y ratificar su evolución cronológica y urbanística, así como realizar una valoración del territorio.
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