José Vicente Andrés, una vida dedicada al culturismo desde Tous

El deportista de Tous, que es hoy un entrenador de referencia a sus cincuenta años, busca ayuda para participar de nuevo en los campeonatos nacionales

Definición, tamaño muscular, simetría o vascularización. Estas son algunas de los objetivos prioritarios a los que puede aspirar un culturista tras horas y horas de preparación. Bien lo sabe José Vicente Andrés, quien ha vinculado su vida al gimnasio para ser un referente del deporte en el que se potencia el físico hasta convertirlo en objeto de puntuación. El deportista de Tous es hoy un entrenador de referencia en la comarca ribereña (por ejemplo en Benifaió o Alberic) tras conseguir varios títulos nacionales y obtener el título superior de Musculación y Culturismo. Sin embargo, no descarta volver a la competición de élite. “En el mundo del culturismo no hay edad”, dice.
La carrera de Andrés volvió a comenzar a sus veinticuatro años a raíz de una lesión de rodilla que le obligó a realizar entrenamientos de fortalecimiento muscular en el gimnasio. A los trece años ya había tenido contactos con la halterofilia de competición pero fue entonces, en la segunda etapa, cuando empezó una relación con la musculación y el culturismo que se alarga casi treinta años. Hasta hoy. En 1986 empezó a competir a nivel autonómico y profesionalizó sus entrenamientos. Fue a mediados de la década de los noventa cuando ligó su nombre a los campeonatos de España, siendo campeón por primera vez en 1996. A partir de ahí siempre estuvo cerca de los títulos, convirtiéndose en un referente del culturismo nacional. En 1997 fue tercero del prestigioso torneo Míster Olympia y también bronce en el campeonato de España. Al año siguiente mejoró sus registros y fue segundo en el Olympia y campeón nacional, lo que le llevó a ser preseleccionado para competir a nivel continental, sin tener suerte. Prácticamente una década vinculada a la élite.
En 2014 realizó su última competición y fue bronce en el Campeonato Nacional de AEFF en la categoría de Máster de 40 a 49 años. Ahora busca financiación para volver a participar en torneos nacionales. Según argumenta, dada su preparación y la continuación de la intensidad de sus entrenamientos, en pocos meses estaría preparado para luchar por posiciones cabeceras a nivel nacional. A medida que ha ido creciendo la profesionalización en el mundo de la musculación, las exigencias han sido mayores. El deportista de Tous ha podido observar una gran transformación. Los exigentes jueces de culturismo valoran la definición, tamaño muscular, simetría o vascularización, lo que implica, en el caso de José Vicente Andrés, años de entrenamiento diario, con jornadas de dos y tres sesiones. “Son años de entrenamiento, primero cogiendo volumen y después con dietas estrictas. Al día, en volumen, entrenamos una hora y media. Cuando se acerca la competición los entrenamientos pasan a tres al día. Me levanto a las 5:30 horas de la mañana para hacer cardio, después a mediodía tengo un entrenamiento de pesas y por la tarde hago de nuevo pesas y finalizo el cardio”, explica el touero.
Según reflexiona: “A nivel mundial el culturismo español está entre los tres mejores. Ahora ya tenemos una base profesional de diez a doce atletas, con muchas chicas también. Ahora hay más ayudas a través de sponsors. Pero tienes que estar en primera línea, sino está mal”. José Vicente Andrés defiende la profesionalización gradual del deporte para evitar desastres como los acaecidos recientemente a nivel aficionado. “La gente viene al gimnasio sin cuidado. Hay tablas programadas ya por internet que unos se pasan a otros sin que se tenga en cuenta la especificidad de cada cuerpo. Así un deportista no puede avanzar. Puede hacer algo los tres primeros meses pero después nada. Es muy peligroso porque se trabaja con pesos que pueden provocar fuertes lesiones”, argumenta el de Tous, quien añade: “Yo, como entrenador personal, estoy constantemente encima de mis alumnos dándoles indicaciones en cada ejercicio. En cada cambio de tabla hay una semana de atención máxima para observar los cambios. La alimentación es vital también. No se tiene en cuenta pero es importantísima. Hace falta que las federaciones tengan un poco más de ayudas para que puedan hacerse constantes revisiones médicas. Cualquiera que quiera entrenar mínimamente debe conocer cuál es la situación de su cuerpo”.
Dado que en el culturismo no hay edad, José Vicente Andrés sigue en la picota, cerca, muy cerca, de la élite. “Se pueden conseguir cuerpos muy bonitos con setenta u ochenta años. Es gente que ha estado compitiendo toda la vida. Además es un deporte que te mantiene joven”, aduce. Es su caso, el de un culturista de Tous de cincuenta años con cuerpo de treinta.