El regreso al PP del alcalde de Alberic, Toño Carratalá, y los concejales díscolos que firmaron la moción de censura a Faustino Sala no será automático. La resolución del Comité Regional de Derechos y Garantías que anula las expulsiones dictadas por el Comité Provincial ha sentado como un jarro de agua fría en los escalones inferiores del partido y amenaza con abrir un nuevo frente en el pulso que mantienen el presidente provincial, Alfonso Rus, y el secretario general del PPCV, Serafín Castellano.
El presidente local del partido, Blai Albarracín, asesor del grupo popular en la diputación, no dudó en valorar ayer como "una tomadura de pelo" esta resolución que, además, considera "ilegal" y, tras anunciar que será recurrida ante los órganos superiores del partido en Madrid, aseguró no sentirse desautorizado al considerar que mantiene todo el apoyo de la dirección provincial y del presidente comarcal, Rafael Soler. P. F.
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