Por primera vez deberá declarar como imputado en la Audiencia Nacional el director de una de las miles de sucursales que vendieron las llamadas participaciones preferentes. Se trata de José Luis González Garrigues, que fue director de una sucursal de Bancaja en Alberic (Valencia) Y que ha sido citado a declarar sin fecha aún definida.
Así lo establece el juez Fernando Andreu que investiga el caso Bankia en un auto al que ha tenido acceso EL MUNDO. El magistrado da así curso a la querella presentada por los abogados Joaquín Yvancos Muñoz y Manuel Fernández Martín en representación de la presuntamente estafada sociedad Bochner España.
Andreu cumple a la resolución de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ordenando ampliar el proceso abierto por la querella de UPyD a la comercialización de este polémico producto.
Los querellantes acusan al empleado de Bancaja de estafa. Según la querella, todo comenzó en 2009 cuando el director de la sucursal les convenció de que destinaran 100.000 euros la compra de preferentes. "En todo momento se procedió a señalar al Director de la Caja que la sociedad Bochner no quería riesgos, que querían una seguridad". La respuesta del directivo de la oficina fue que "la inversión era como un plazo fijo".
Según la querella, "no existe documento alguno que le fuera entregado a Bochner España en el que se pusieran en conocimiento todos los riegos y ventajas existentes a la hora de realizar la operación", pero nadie se preocupó. En aquella época, "la relación había sido siempre cordial llevando trabajando juntos desde hacía más de tres años".
Los clientes aceptaron y, cuando apretaba la crisis en 2010, pidieron al mismo director una línea de crédito de otros 100.000 euros por problemas de liquidez. Éste lo concedió y aceptó como garantías las preferentes adquiridas por Bochner. El coste de la línea eran de 450 euros mensuales y vencía a finales de 2011.
Todo se torció en ese momento. "Cuál es nuestra sorpresa, cuando en noviembre de 2011 ante la imposibilidad de Bochner de poder hacer frente a las obligaciones emanadas de la linea de crédito, se solicita a Bancaja que proceda a compensar las cantidades de dinero debidas con las depositadas, siendo la respuesta del Banco que no tenían un depósito a plazo fijo, sino unas participaciones preferentes, y que no sólo aquellas no han rentado dividendos sino que a día de hoy no valen nada".
En el tira y afloja, Bancaja ofreció una solución parcial y es que se les rebajaría la deuda si aceptaban canjear sin protestar las preferentes por acciones de Bankia, pese a que habían perdido considerable valor desde la salida a Bolsa. Manuel Marraco | Carlos Segovia.
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