Las excavaciones en el poblado ibero-romano La Carència de Turís han comenzado un verano más. Desde hace trece años, este lugar se ha convertido en un yacimiento formativo de gran interés para los profesionales que cada año vuelven para seguir encontrando nuevos hallazgos que aporten nuevos datos.
Durante 18 días realizarán sondeos en las villas conocidas como 'El Garroferal de la Blanca' y 'L'Albaina' para delimitar y definir las áreas de producción y su cronología e investigar los tipos y metodología de las estructuras agrarias de producción y almacenamiento innovadas por los romanos y que supusieron un importante cambio respecto al modelo utilizado por los íberos.
«Este año hemos desplazado la intervención sobre el oppidum central, La Carència, declarado BIC en 2008, para centrarnos en las villas cercanas que nos podrán aportar información relevante y paradigmática sobre los nuevos patrones de asentamiento romanos que optan por una agricultura de explotación intensiva utilizando dinámicas fluviales estacionales y también con la desecación de áreas húmedas de gran potencial agrario», ha explicado la directora del proyecto, Rosa Albiach.
Esta innovación supone un gran cambio sobre el modelo agrario empleado por los iberos «quienes optaron por un patrón de agricultura de secano», ha añadido Albiach.
Con estos estudios, se puede conocer la forma de cultivar que tenían los romanos y también un poco más su forma de vida.
Entre los objetivos de la intervención en esta campaña destaca también la definición de los tipos de cultivos desarrollados y de las especies cultivadas además de investigar el posible uso de sistemas de irrigación y de abonos para incrementar la producción agraria. Leer noticia completa en
lasprovincias.es.