La epidemia de gripe ha vuelto a poner en evidencia la deficiente planificación en la sanidad pública valenciana, la escasez de recursos que se aplican para responder a unas necesidades asistenciales y la falta de prevención que año tras año sacude durante unos meses el funcionamiento de los centros sanitarios públicos y la salud de los/as profesionales. Mención especial merece este personal sanitario, que se ve expuesto a una situación de estrés permanente por las condiciones extremas en las que se ven obligados a trabajar. Se ven inmersos en medio de un caos constante causado por la sobrecarga y la escasez de personal e incluso de espacio físico, a lo que se añade la frustración por la imposibilidad de poder prestar una atención de calidad y la sensación de absoluta falta de apoyo por parte de la Administración.
A juicio de CCOO, es necesaria por tanto una planificación anual mucho mas ambiciosa y concreta que el Plan de Contingencia que cada año nos presenta la Conselleria, que contemple con antelación la puesta en funcionamiento del número de camas y la contratación del personal que se prevea necesaria, tanto para las nuevas unidades como para reforzar los servicios mas afectados. El objetivo sería evitar que los picos de máxima intensidad interfieran en el resto de la actividad programada de los hospitales, como viene sucediendo habitualmente. Además, y en el ámbito de Atención Primaria, el Plan contra la gripe debe permitir una mayor capacidad resolutiva de sus profesionales y contemplar, por un lado, un esfuerzo tanto en prevención y educación sanitaria y por otro, la ampliación de los recursos y horarios de los Puntos de Atención Continuada y de los propios equipos de Atención Primaria. Así, se evitaría el colapso de unas consultas que prácticamente sufren de saturación durante todo el año y que ocasiona que los pacientes se autoderiven a las urgencias hospitalarias.
Por otra parte, cuando se dice que la epidemia de gripe satura los dispositivos asistenciales de la sanidad pública no se está diciendo toda la verdad y se puede caer en el error de desviar la mirada sobre una de las causas que provocan esta grave situación, que no es otra que la política de recortes que se ha llevado a cabo desde el inicio de la crisis, afectando muy duramente a plantillas, recursos materiales e infraestructuras. Recortes que se han llevado por delante miles de puestos de trabajo en la sanidad pública valenciana, han congelado los salarios de sus profesionales durante años y han dejado obsoletas infraestructuras de primera necesidad y que todavía siguen presentes, presupuesto tras presupuesto, sin que se tengan indicios que la situación vaya a revertir a pesar de las noticias que nos llegan sobre la recuperación económica.