La falta de previsión en Alzira provocó un incidente que pudo ocasionar una desgracia
Martes, 9 de febrero de 2016 | e6d.es
• Fuertes rachas de vientos abatieron una gigantesca valla en la Avenida Luis Suñer
En noviembre de 2014 Alzira anunciaba que contaba con un solar de unos 6.000 metros cuadrados al final de la avenida Luis Suñer, junto a la CV-50, que se iba a destinar para ubicar el nuevo retén de la policía local. Un terreno que en la actualidad es utilizado como aparcamiento. Ya se dijo en su día que ninguna de las iniciativas proyectadas desde hace décadas en este solar se han materializado ni tiene vistas de que se realice a medio plazo; pero no es el caso que nos ocupa hoy. La noticia tiene más un carácter de suceso porque, debido a las fuertes rachas de viento que se produjeron el domingo en nuestra ciudad, la gigantesca valla que anunciaba el futro retén se vino al suelo, pudiendo causar alguna desgracia personal en el caso de haber pillado a alguien. Es una imprudencia total y una falta de previsión lamentable la manera de fijar este armatoste al suelo y que nadie deduzca que un fuerte viento puede tumbar la valla. A quien corresponda, políticos y técnicos, anteriores y actuales, ¡todos!, ¿qué pasa? ¿Habrá que esperar a que ocurra alguna desgracia para tomar medidas? Alzira está llena de obstáculos y elementos que, además de no cumplir con las ordenanzas, son un auténtico peligro en el caso de producirse temporales. Pongamos sólo un ejemplo (hay bastantes más): si el viento ha podido con un elemento de esta envergadura, ¿qué podría pasar con los casales y carpas que se instalan en las calles sin apenas medidas de seguridad que garanticen firmeza ante un viento huracanado? Pues que el montaje iba a quedar desmantelado en tiempo récord y podría ir más allá de destrozos materiales de importancia. No se trata de no poner estas estructuras en la calle, sino de que se coloquen con total firmeza ante inclemencias o situaciones en principio inesperadas. La eficiencia está reñida con la falta de previsión y la improvisación. ¿De qué lado estamos en Alzira?