La finca experimental de Polinyà busca variedades de cítricos más rentables

Viernes, 14 de noviembre de 2014 | e6d.es
• El proyecto que dará resultados en 2015 ha sido presentado en la jornada de la Mujer Rural de AVA, donde se ha criticado el trasvase
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En el momento actual en el que el sector agrícola se encuentra en sus horas más bajas, la investigación y la búsqueda de nuevas variedades que den rentabilidad a los agricultores es una de la salidas del sector.
En esta línea se ha puesto en marcha la finca experimental Sinyent ubicada en Polinyà del Xúquer. Una finca de 300 hanegadas en la que se están plantando multitud de variedades para estudiar su crecimiento y su potencial en esta zona agrícola. Cítricos, frutales de hueso, caquis, frutas subtropicales, hortalizas o arroz forman parte de esta finca que se encuentra al 60% de plantación.
«El objetivo del trabajo en la finca es obtener alguna variedad nueva de cítricos que se rentable y transferir todo el conocimiento al agricultor basándonos en la práctica que realizamos en estas tierras», ha explicado el director de campo de la finca Sinyent, Elías Mas.
La próxima primavera se plantará el 40% restante y se espera que durante 2015 se empiecen a obtener resultados que puedan aplicarse para mejorar el sector. Una iniciativa puesta en marcha por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) que «quiere pasar de ser un espectador de la agricultura a ser un actor para asumir los nuevos retos», ha comentado el director de la finca.
Una de las variedades que se cultivan en estos terrenos para saber si puede ser el futuro es la frambuesa, ya que el objetivo es conseguir variedades más rentables y más productivas.
Pero también se investigan otros aspectos básicos para la agricultura como los sistemas de riego, la poda, cómo influye la maquinaria agrícola o el tema de la pulverización. «Queremos que la agricultura valenciana siga estando a la vanguardia, como históricamente ha estado», ha añadido Elías Mas.
En esta finca ubicada en la Ribera también hay espacio para la investigación sobre biodiversidad. Existen mil metros cuadrados con plantas aromáticas donde se estudian los insectos para controlar las plagas. «Cada vez nos exigen más ser cuidadosos con el medio ambiente por lo que es importante, entre otras, cosas reducir al máximo la cantidad de productos fitosanitarios para que no puedan contaminar, es otro de los puntos que se estudian en la finca», ha señalado el responsable de la plantación experimental.
Esta finca también pretende ser en un futuro un centro de formación para agricultores y estudiantes por lo que se ubicarán aulas en el edificio histórico del siglo XIII que se restaurará más adelante. Leer noticia completa en lasprovincias.es.