Una puerta forzada y un posterior incendio que arrasó dos naves con muebles en Benifaió. La Guardia Civil trabaja desde ayer para determinar si el fuego que afectó en la madrugada del lunes al martes a dos locales en el camino de la Mocarra se debió a una desgracia accidental o participó activamente la mano del hombre en la misma. Para inclinarse hacia esta segunda opción, se tiene en cuenta el hecho de que en la zona apareció una herramienta metálica curva (pata de cabra) que podría haber sido usada para forzar la entrada a la nave en la que, siguiendo esta hipótesis, se habría iniciado el incendio.
En busca de pistas para determinar las causas exactas, la Guardia Civil examinó ayer palmo a palmo la zona para ver si hallaba algún tipo de producto que, además, hubiera contribuido a avivar el fuego.
Los hechos se produjeron alrededor de las tres y media de la madrugada de ayer, cuando una patrulla de la Policía Local de Benifaió, que circulaba por la zona próxima a las conocidas como 'eras del Trullàs', observó el inicio de un incendio en una nave industrial junto al colegio Trullàs.
Pese a que el aviso a los bomberos fue inmediato, las llamas cobraron gran intensidad al estar las naves llenas de muebles de madera y de objetos realizados mayoritariamente con mimbre. Las dos naves ocupaban una superficie conjunta de 4.600 metros cuadrados y todos los objetos que había en su interior quedaron reducidos a cenizas.
Las instalaciones del colegio Trullàs, situadas junto a las naves incendiadas, no se vieron afectadas por el fuego. Los bomberos decidieron, como medida de precaución, que se acordonara parte de uno de los patios situados en el muro contiguo a la nave. Las clases se desarrollaron ayer con normalidad, después de comprobar que las aulas no se habían visto afectadas ni había entrado humo a las mismas.
El propietario de una de las naves mostró, en declaraciones a LAS PROVINCIAS, su disgusto por lo ocurrido y explicó que en su nave, de 1.500 metros cuadrados de superficie, guardaban cestas, algo de mobiliario, figuras de Navidad y cunas, todas ellas realizadas con mimbre.  Manuel García.  Leer noticia completa en Las Provincias