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La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) afirma que la ola de calor que estos días eleva las temperaturas por encima de los 40 grados en muchos puntos de la Comunitat Valenciana está teniendo unas consecuencias generalmente negativas para el desarrollo de los cultivos y el cuidado del ganado.
Aunque es pronto para determinar con exactitud las pérdidas que pueda acabar ocasionando este episodio climático en el campo, AVA-ASAJA advierte de que los agricultores se ven obligados a asumir sobrecostes económicos tanto para realizar riegos, con los que contrarrestar el estrés hídrico del arbolado, como para acometer los necesarios tratamientos contra los ataques de plagas y enfermedades cuya incidencia se ve favorecida por estas circunstancias meteorológicas.
Asimismo la organización agraria agrega los daños que previsiblemente se puedan sufrir en forma de manchas en la piel o ‘planxat’ debido a la exposición persistente del sol sobre los frutos. En ese sentido, los cultivos más vulnerables a este tipo de fisiopatías son las mandarinas tempranas, el caqui y la uva de mesa, que en función de la gravedad de las manchas podrían incluso quedar inservibles para su comercialización.
En cuanto a la ganadería, el sector también afronta la ola de calor con preocupación a causa de la necesidad de alimentar e hidratar adecuadamente a los animales, con el aumento de los gastos que ello comporta.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, señala que “las personas podemos ponernos a la sombra o encender el aire acondicionado, pero las plantas no tienen otro remedio que soportar este calor inusual. Los agricultores y ganaderos estamos adoptando todas las medidas que están en nuestras manos para minimizar las mermas de producción pero luego no podremos repercutir esos sobrecostes en el precio final”.
AVA-ASAJA